martes, 14 de abril de 2020

LEONELA SÁNCHEZ: "DESPUÉS DE ESTO VOY A BOXEAR DE NUEVO"


El suplemento "MUNDO D" de "LA VOZ DEL INTERIOR", publicó la nota de EUGENIA MASTRI a Leonela Sánchez, que reproducimos a continuación (Foto del Facebook de Leonela Sánchez).

Dicen que no hay mal que por bien no venga; que todo pasa por algo… Y aplica perfecto para ella, que “siempre” la remó y nunca se quedó “sentada a esperar que las cosas pasen”.
Leonela Sánchez, junto a su hermana mayor Dayana, fue noticia a comienzos de año por haber dado positivo en un control de dopaje “por un quemador de grasas” y todo pareció desmoronarse. La historia de vida de las dos hermanas cordobesas que habían llevado al boxeo argentino a lo más alto del podio en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 con sus respectivas medallas de oro y plata encontraba una mancha impensada.
Después de atravesar una infancia llena de privaciones económicas y vivir con un padre violento, ese oro que la hizo brillar en la categoría hasta 57 kilos en Lima de repente se volvió opaco. Y el positivo opacó también su historia.
Aunque, en realidad, solo fue para el afuera. “La Monito” no se cayó. No lo había hecho antes ni lo iba a hacer ahora. Y a sólo seis semanas de esa “cagada” (según sus palabras) que se mandaron junto a su hermana y ladera, la vida le dio otra sorpresa: cuando promedie octubre se convertirá en madre por primera vez. Lo cuenta. Y vuelve a brillar.
DE NEGATIVO A POSITIVO
El 15 de enero, las Sánchez fueron notificadas del resultado adverso de sus análisis. El 20 viajaron a Buenos Aires y asumieron lo hecho. “Tomamos unos quemadores de grasas (contenían diurético) fuera de competencia en diciembre. Nunca lo habíamos hecho y quisimos probar. Fue una cagada que nos echamos por no consultar”, resume ahora “la Monito”. “Fue una equivocación; todos nos equivocamos”, razona.
El sueño olímpico se acabó para ella ese 15 de enero, pero apenas seis semanas después, otro sueño, aún más impensado, comenzó a hacerse realidad.
“El 26 de febrero me enteré que estoy embarazada. En ese entonces ya estaba de seis semanas. Y la verdad es que me costó mucho caer porque fui operada de los ovarios y el médico me había dicho que cuando quisiera ser madre iba a tener que hacer un tratamiento”, cuenta y afirma: “Llegó todo esto y lo del doping pasó a estar definitivamente en un segundo plano”.
“Me costó caer, porque yo en teoría no podía quedar embarazada de forma natural. Y que me salga así de la nada… Pensé: ‘¿Quién lo puso acá?’. No lo podía creer. Fue una re-sorpresa”, confiesa.
La vida de Leonela Sánchez terminó de dar su inesperado giro en este 2020 y ella desborda de felicidad.
Aunque en la ecografía “no se dejó ver el sexo”, sí “salió con la manito en la cara” y esa imagen llenó de amor e ilusión a su mamá. “Ese o esa va a salir buena. Toda la familia es de boxeo: mi viejo, mi hermana, yo, mi pareja (Héctor Sarmiento)... si sale otra cosa es porque me lo cambiaron”, bromea “Leo”, que no baja la guardia en su afán de ser siempre “chispita”.
VIDA NUEVA
Hace poquito, la menor de las Sánchez empezó a entrenarse de vuelta, “retranqui”, guiada por su preparador físico, que también la orienta en cuanto a la dieta. “Porque después de esto voy a boxear de nuevo”, avisa.
Mientras, se ilusiona con la casita que construirán junto a “Pajarito” Sarmiento en un terreno que la Provincia le regaló después de su conquista en los Juegos de Lima, a sólo una cuadra de la casa de su mamá en barrio Juan Pablo II.
Aunque en muy poquitos meses su vida cambiará por completo, desde que el 15 de enero arrojó positivo en el control antidoping, sus días ya fueron distintos.
“Eso nos trajo un rejunte de cosas y tuvimos que empezar de cero. Pero siempre la remamos. No es que nos quedamos sentadas a esperar. Por eso no nos hicimos problemas. Perdimos las becas, así que yo empecé a dar clases de boxeo cerca de casa y ‘Day’ retomó los cursos de peluquería y uñas esculpidas”, dice Leonela, que cuenta desde hace cinco años con el amor y el apoyo de Sarmiento.
– Se te nota muy tranquila. ¿Ni siquiera te afectó perderte la posibilidad de ser olímpica?
No me pesó eso. Yo incluso fui a Lima sin querer viajar. Ya había dejado asentado que no quería viajar más. Los Juegos Olímpicos eran mi sueño, sí, y esperé 10 años con la selección. Pero se dio a última hora. Ya había aguantado mucho. Eran muchos viajes, muchos meses afuera. Yo tenía mi pareja, mi mamá ya más grande… y extrañaba mucho estar en mi casa. A Lima fui por mi mamá, por ‘Day’ y porque mi pareja me insistía. Pero no quería ir. Igual que al Mundial, me tuvieron que empujar. Por eso dije ‘pasó’ y ya está.
– Será tiempo de hacerte profesional, entonces...
Me siento una chica joven, hace poco cumplí 26 años y siempre quise ser profesional. Estamos esperando el tema de la suspensión (por el doping) y ese es un tiempo que me va a caer al pelo por la maternidad. Nosotros habíamos pensado en ser padres una vez que terminemos nuestras carreras en el boxeo, pero llegó ahora y está bárbaro. Después de la suspensión y los primeros meses del bebé, me voy a hacer profesional.