El sitio web "CAMPEONES EN EL RING" publicó la nota de Joaquín Icardi a Fabricio Nieva que reproducimos a continuación (Foto del mismo medio).
El entrenador de la Selección Argentina explicó cómo sobrellevaron el golpe que resultó el aplazamiento del Preolímpico, los entrenamientos durante la cuarentena y precisó el paso del profesionalismo al amateurismo: “No es fácil, pero no es que no se pueda, hay que hacer ajustes”.
Faltaban dos semanas para el inicio del Clasificatorio Olímpico para Tokio 2020, la cuarentena se instaló en Argentina “en el momento justo, viendo los resultados. Fue un golpe duro, en la recta final. Por suerte no se llegó a arrancar y no vinieron las delegaciones acá”, comenzó Nieva.
A diferencia de lo que pasó en Europa, donde sí comenzó la competencia y se contagiaron boxeadores en plena cresta de Covid-19 en el Viejo Continente. Los Preolímpicos de África y Asia si concluyeron. En este último, el hermano del entrenador está con el equipo Indio y le comentó: “Mi hermano está en la India e iba a viajar a Wuhan, el primer epicentro, pero se suspendió a una semana y les cambiaron la sede. Fueron a prepararse a Italia, y al salir tuvieron dificultades, porque no los querían recibir en Jordania. Lograron participar y al volver estuvieron en cuarentena”.
“Estuvimos preparándonos un año y medio y, con algunos, cuatro o más años. Teníamos muchas expectativas por el nivel de los chicos y porque éramos locales”, reflexiona Nieva, que ahora monitorea a sus pupilos por Computadora: “Uno está acostumbrado a adaptarse a las condiciones con las que uno puede contar. No podemos estar juntos, o con materiales, entonces nos adaptamos y seguimos trabajando. No podemos dejarnos estar y no pensar en los objetivos: llegar a los Juegos Olímpicos”.
Con respecto al estado de los chicos, el entrenador reconoce que “cuando trabajan lo hacen con ganas, no veo problemas. Estamos pensando esto como pretemporada. Pensamos en objetivos a largo plazo y una vez que se libere, rápidamente nos pondremos en estado para competir en 2 o 3 semanas para el nivel local. Físicamente no están mal”.Pensando en la vuelta a la nueva normalidad, la cuestión es qué costará más: ¿volver a estar en peso o pulir la técnica?
“En casos aislados puede ser el peso, pero ahora es encontrar la distancia. No es lo mismo hacer sombra que estar frente a un rival. Pensemos en un profesional que para de un año a otro y en preparaciones de 3 meses se ponen a ritmo. Calculamos que en dos meses de trabajo intenso tendríamos que estar en buen nivel”.
“Tenemos capacitaciones con nutricionistas programada por el E.N.A.R.D. La idea es que se controlen semanalmente. La mayoría está 3 kg arriba. Si están activos no es tan problemático”, explicó, y agregó: “Los chicos trabajan doble turno con una planificación similar salvo que no pueden guantear o hacer escuela de combate y lo suplementamos con trabajo en bolsa. Se les brindaron para entrenar algunas barras o pesas para los que no tenían. La mayoría tienen bolsa y guantes”.
También siguen en contacto con los boxeadores profesionales que formaron parte del proceso. Con relación a ellos, Fabricio Nieva detalló cómo es el paso del campo rentado al aficionado: “Si uno piensa que va a ser fácil porque es profesional está equivocado. Si uno piensa en competir, definitivamente estaban mostrando que tenían las condiciones para lograr resultados. No es que porque ser PRO va a ser fácil en amateurismo. No es fácil, pero no es que no se pueda. Hay que hacer ajustes: No pensar en el KO, tenemos que ganar cada parcial del combate porque se nos va y no hay tiempo de estudio y para adaptarse a los estilos. En el profesionalismo, boxeás contra un rival de ritmo bajo y del continente americano y pocas veces contra un zurdo; en el amateurismo tenés, en el primer nivel, el 50 % zurdos, de países con otro estilo y tenés que ser rápido para solucionar cosas arriba del ring, adaptarse a los ritmos y estilos de cada uno”.
“Había chicos que tenían muchas ganas, pero (los profesionales) tenían más experiencia y posibilidades que los otros. Teníamos mucha esperanza de que pudieran rendir bien, en la adaptación estaban rindieron muy bien”, reconoce el ex representante olímpico en Atlanta 1996.
EL CASO DE LAS HERMANAS LEONELA Y DAYANA SÁNCHEZ
“Fue un golpe muy duro. La verdad son dos queridas en el grupo más allá de la experiencia. Es un tema sensible porque tengo mucho afecto por ellas. Había mucha expectativa. ¿Qué pasó? Prefiero que lo expliquen ellas, fue en un momento fuera de competencia sin pensar en sacar ventajas deportivas”.