El sitio web "A LA VERA DEL RING" publicó la nota a Nahuel García que reproducimos a continuación (Foto del mismo medio).
Nahuel García transita la cuarentena en la calma de su pueblo, Villa del Totoral. En esta escenografía de otoño soleado y apacible del norte cordobés lleva adelante su entrenamiento, tratando de que llegue pronto la llamada que le indique volver a combatir sobre un ring.
Después de su fajina matutina y antes del almuerzo que le prepara su madre Silvia, le cuenta a "A LA VERA DEL RING" que “fue una buena decisión pasar la cuarentena en su casa”. En especial por la contención afectiva de su familia que respira deporte, y que completan su padre Cristian (ex futbolista, defensor de Talleres cuando ganó la Copa Conmebol) y sus hermanos Lautaro (18 años, juega al voley) y Álvaro (16, futbolista).
Pero también remarca que en el pueblo puede entrenar más y mejor: “Me acondicionaron un gimnasio al que voy yo solo, para no tener problemas con el coronavirus, además puedo salir a correr, porque aquí está permitido. Voy a ser sincero, la cuarentena no cambió mi vida”. En su familia no hubo boxeadores, pero recordó que a su padre y a su abuelo les gustaba ver boxeo. Mientas que su madre al principio sufría con que lo practicara pero ahora lo apoya.
Los primeros pasos en el pugilismo los dio en Jesús María, de la mano del entrenador Miguel Figueroa. Recuerda aquellos días: “Cuando comencé pesaba 52 kilos, era chiquito de cuerpo, y mi técnico me paró como zurdo invertido, así hice las primeras peleas” y agrega que “fui pegando un estirón físico de más grande y hoy combato entre los medianos pero me paro como zurdo, porque me siento más cómodo”. Admite que no tiene problemas de peso y que da la categoría mediano con cierta comodidad.
Empezó a practicar a los 15 años de edad y hoy, a los 24, transita el profesionalismo con un récord invicto de cinco victorias con cuatro nocauts.
Después de pasar por otros gimnasios, recaló hace cuatro años en el de Diego Sívori, en barrio Los Paraísos de Córdoba capital. Arribó a la ciudad sin apodo pero, como ya se sabe, en Córdoba no podés durar mucho tiempo sin que te "rebauticen". Flaco y alto, venía del campo, entonces le pusieron "Caña".
La gente de su pueblo lo alienta y está atenta a los resultados de sus presentaciones, incluso hizo un combate en Totoral: “No quería pelear en mi pueblo porque tenía miedo de ponerme nervioso de sentir la presión de la gente, pero aquí hice uno de mis últimos combates como amateur y me sorprendí porque metí como 1.200 personas. Por suerte gané”.
En esta cuarentena con entrenamiento pero sin combates, Nahuel sigue cumpliendo tareas en el área de deportes de la municipalidad local y aprovecha para ver muchos videos de boxeo. Primero, observa las peleas que realizó: “Me gusta mirarme y cuando marco errores trato de trabajar sobre ellos para corregirlos”. Además sigue a otros boxeadores zurdos para aprender cosas: “Me gustan ver peleas del irlandés Andy Lee, y también a otros zurdos como Terence Crawford y Errol Spencer Junior“.
Respecto de lo que puede afectarle esta pandemia, comentó: “Soy muy ansioso, pero en estos tiempos de cuarentena gané más confianza en mí, por eso no veo la hora de volver a pelear y comenzar a enfrentar a rivales más exigentes”.
