El sitio web "A LA VERA DEL RING" publicó la nota de Andrés Mooney al Presidente de la Federación Argentina de Box, Lic. Luis Romio, cuyos principales conceptos reproducimos a continuación (Imagen del mismo medio).
Aunque Fabio “la Mole” Moli grite a los cuatro vientos que volverá al ring, la entidad que regula el boxeo en Argentina le bajó el pulgar para su anunciada aventura: una pelea contra el peleador de kickboxing Alejandro “Búfalo” Ortiz.
A los 51 años, el excampeón argentino y sudamericano pesado tiene varias normativas en contra antes de materializar su anhelo. Es que, de acuerdo al artículo 32.10 del Reglamento Argentino de Boxeo, toda persona de 34 años (o más) que acumule más de dos años de inactividad es declarado automáticamente cancelado, y Moli no pelea desde 2013, cuando fue descalificado contra Matías Vidondo.
Pero, y lo que es más difícil de revertir, el mayor problema radica en su oponente. El mediático Ortiz no es boxeador y, por lo tanto, la Federación Argentina de Box (F.A.B.) no lo autorizará a combatir como púgil profesional.
“Jamás vamos a autorizar una pelea entre un peleador de un deporte con el nuestro. Si él (Ortiz) fuera boxeador, tendría que haber sido amateur, porque para ser profesional antes tenés que pasar por el amateurismo. Esto no es Estados Unidos. Allá un peleador de jaula se sube a un ring, pero hay 50 millones de dólares en juego. Y allá hay carreras de cucarachas; acá, las combatimos. Allá está en auge la apuesta, y se apuesta hasta por ver quién escupe más lejos: acá está prohibido escupir en el piso. Lo que allá es normal, acá está prohibido”, disparó Luis Romio, presidente de la F.A.B.