jueves, 10 de septiembre de 2020

PABLO ZÁRATE: "A MIS 33 AÑOS, EN LO ÚNICO QUE PIENSO ES EN COMPETIR"


El sitio web "VÍA CÓRDOBA" publicó la nota de Matías Candoli a Luis Pablo Zárate, que reproducimos a continuación (Foto del mismo medio).

El boxeador, que trabaja en la empresa Córdoba Obras y Servicios (C.O. y S.) para la Municipalidad, volvió a entrenarse con todo, como siempre en el Argüello Juniors para volver a pelear.
Todo en la vida de Pablo Zárate tiene que ver con la pelea. Su origen humilde hizo que se hiciera bien de abajo en la vida. Luego conoció el boxeo y se enamoró de ese deporte. El club Argüello Juniors es su segunda casa y allí, con el profe Luis Olivero Canales, aprendió más que a defenderse con los puños.
Sus peleas tenían hinchada numerosa. Hecho que llamó la atención en el mundo del pugilismo provincial y nacional. Es que al Luifa Zárate lo acompañaba mucha gente cuando peleaba. Su apodo es por Luis Fabián Artime, el ídolo de Belgrano y se lo pusieron sus amigos de Talleres. “Me gastaban que el Luifa era malo y yo no era muy hábil con el balón de niño. Después mejoré, jaja. Pero quedó Luifa”, contó él mismo en la charla con "Vía Córdoba".
A sus 33 años, vive en Argüello y tiene en sus hijos Santino, de 12 años y Josefina, de 7, sus dos pilares y los principales motivos para no bajar los brazos.
En noviembre de 2016, la dura derrota que sufrió ante Diego "La Joya" Chávez en Buenos Aires le puso puntos suspensivos a su carrera. “Después de eso aflojé los entrenamientos y me enganché con mi laburo y me gustó mucho. Y me fue alejando un poco del boxeo y empecé a trabajar con mi sindicato, me atrapo mucho todo esto y le dediqué todo mi tiempo. Lo cual estoy muy agradecido, también aprendí muchas cosas nuevas en mi”, contó Zárate.
Es que, arriba del ring, debía pelearle a los rivales y abajo, el rival era la realidad y la vida misma. Y, como no conoce otra vida que la lucha, sus compañeros de la empresa Córdoba Obras y Servicios (C.O. y S.), que se encarga de la limpieza en la ciudad de Córdoba, lo eligieron delegado de su sección en el Surrbac, el gremio que los nuclea. “Soy delegado de un grupo que está a cargo del desmalezado y de la poda”, dijo con orgullo el Luifa.
Pero, como lleva el boxeo bien adentro, hace unos meses le volvió a “picar el bichito” de la vuelta al ring. Y la situación de pandemia que vive el mundo fue el puntapié inicial para intentar el regreso como el mismo lo confesó: “Al boxeo lo llevo en mis venas. A pesar de frenar con mis entrenamientos fuertes, siempre me seguí moviendo y esta pandemia a mí me trajo ganas de vivir más que nunca. Y uno bien entrenado se siente así, acompañado por el aliento de un montón de amigos que me dicen que estoy intacto y que tengo muchas condiciones para seguir en actividad. Ahora espero el momento de reactivar mi licencia y volver a sentir esa adrenalina. En fin, quiero volver porque mi felicidad es con el boxeo”.
Y ese regreso no puede ser en otro lugar que en el club Argüello Juniors y de la mano de Luis Olivero Canales, el veterano entrenador y promotor del deporte de los puños. Y el Luifa Zárate le agradeció eternamente: “Es una excelente persona y no lo digo solo yo. Esto es acompañado por todos mis compañeros. Desde hace 18 años que estoy al lado de él, he visto hacer mucho por todos nosotros, lo principal pelear con el flagelo de la droga que desgraciadamente, año tras año, golpea la puerta de nuestro club. En fin, un gran ser humano con un amplio conocimiento en el boxeo, ya con sus 78 años sigue al lado mío enseñando con las mismas ganas de siempre”.
A DAR UNA MANO
El boxeador, que se destacó en peso mediano, tiene en claro que nada es fácil y que el sacrificio es parte de su vida. Y, con los años y su nueva tarea dentro de su trabajo y como delegado, lo hizo ponerse del lado de sus compañeros. El mismo resumió su día: “Entro a laburar a las 6 de la mañana y ya al mediodía ya me voy para mi casa. Descanso un ratito y me preparo para ir a entrenar, por ahora solo un turno que meto todo físico y técnico. Pero también pertenezco a una asociación civil que se llama 29 de Mayo que formamos parte con mis compañeros de la recolección, que en esta época dura de pandemia y de poco laburo estamos realizando ollas populares lo cual me sumo“.
SUEÑOS RENOVADOS
El Luifa Zárate quiere volver. Para eso se prepara a diario y espera sin desesperar que le renueven su licencia y que el COE habilite las veladas boxísticas en la provincia. “A mis 33 años, en lo único que pienso es en competir. Volver a tener todas esas sensaciones que perdí. Uno se imagina lo máximo: ser campeón. Pienso y sé que para el boxeo nacional estoy para pelear y, si se puede, una chance en el exterior. Mi primer sueño es volver a pelear en mi Argüello querido con toda mi gente. Sé que con esta pandemia se ha complicado todo pero voy a luchar para hacerlo seguro el año que viene”, anunció Zárate.
En el cierre dejó en claro que seguirá peleando. Pero no sólo con los guantes puestos y arriba del ring. Sino también abajo y contó. “Estamos trabajando con un proyecto con los chicos de AZAI, centro de rehabilitación de drogas para los compañeros del Surrbac y voy a ayudar dando unas clases de boxeo y sí, seguro que más adelanté voy a seguir ligado al boxeo, no se en qué posición pero voy a estar”.