El sitio web "CERCA DEL RING" publicó la nota de Yésica Palmetta a Nicolás Luque Palacios, cuyos conceptos principales extraemos aquí (Foto del mismo medio).
Cerca de culminarse el Torneo de los Medianos, donde estará en juego el campeonato argentino, en el mismo período, habrá dos boxeadores que se disputarán el título sudamericano en Uruguay. Hablamos del oriental Amilcar Vidal, que derrotó de modo contundente a Martín Bulacio y de Nicolás Luque Palacios, quien se quedó con la victoria en las tarjetas frente a Tomás Reynoso.
Palacios se ha medido con un Reynoso que desde aquella última pelea-revancha con Sebastián Papeschi ya no es el mismo: en la noche del 10 de mayo se lo vio muy poco preciso en el ataque, lo que resultaba provechoso para el avasallante cordobés que supo achicar el ring y penetrar para conectar de modo justo como en la sexta ronda, cuando un uppercut derecho puso a Reynoso en la lona. Uno de los puntos que llamó la atención fue la puesta de rodillas por parte de Palacios en algunos cruces. Al respecto Palacios dijo: "sabía que el rival iba a empujar, que iba a meter codo, que iba a usar todas las mañas. Entonces, apenas tenía el brazo en la nuca directamente me dejé caer en lugar de ponerme a forzar para no hacer fuerza del vicio ¿no? Además, agregó que si bien sabe que: en esta categoría por supuesto que se sientes más los golpes, pero no sentí ninguna mano neta, que me haya conmovido".
Ahora le tocará prepararse a consciencia, tal como lo dijo él luego del último combate: "Buscaré la manera de poder entrenar dos turnos, ya que solo hago uno porque trabajo. Será una pelea dura, pero no es ningún monstruo. Con una buena preparación física a la altura de las circunstancias, siendo inteligente, le puedo ganar", afirmó Palacios. Está claro que uno de los puntos que ayuda a que el atleta se sienta seguro es un buen acondicionamiento físico-técnico, pero a veces los factores externos de la cotidianeidad no colaboran en la causa, como el hecho de tener que trabajar. Lo que tampoco significa que sea imposible, pero sí un poco más difícil.
