lunes, 29 de abril de 2019

JOSÉ ACEVEDO: "MI DESEO ES LLEGAR A LO MÁXIMO, IR A GANAR AFUERA"


El sitio web "DIARIO SPORTS" publicó la nota a José Acevedo que reproducimos a continuación (Foto del mismo medio).

Llegó en su moto, con su familia. Su señora y su pequeña hija Paulina no se le despegaron ni un momento tras una noche soñada. José “Chinito” Acevedo ingresó a las oficinas de DIARIO SPORTS como siempre, alegre y saludando a todos; lo único que le cambió de la pasada semana a esta es que es Campeón Argentino de los Ligeros, nada menos que eso.
Los lentes de sol le duraron 2 minutos, enseguida se los sacó y dijo “mirá como tengo el ojo”, entre risas, mientras rápidamente y antes de que se prenda el grabador tiró: “Se me dio, se me iba a dar y lo logré”…
El sanfrancisqueños de 23 años (a los 4 años se vino a vivir a nuestra ciudad proveniente de Añatuya, Santiago del Estero) venció por KOT a Javier “el Heredero” Clavero que no salió al noveno round tras la paliza que le dio el pupilo de Juan Carlos Aguirre.
Lo tuvo en el primer asalto, le hizo besar la lona vislumbrando una noche que terminó siendo inolvidable: “Después del primer round dije que soy yo el campeón argentino, pero en el cuarto se complicó. Nunca me tiré para atrás, sabía que se me iba a venir y yo tenía que contragolpear. Pensé que la ganaba en los primeros rounds porque le pegué mucho. Me gustó la pelea que hice, me la imaginaba”, comentó mientras movía sus manos como si estuviese todavía en el cuadrilátero.
Clavero no era un “paquete”, como se denominan en el boxeo a los púgiles con poca resistencia; Acevedo se enfrentó a un experimentado de 30 peleas, que tenía el cinturón nacional y que aún posee el sudamericano. El “chinito” no era el favorito para el común denominador aunque internamente se preparó para serlo: “Nunca sentí golpes fuertes del rival, me sentí físicamente de diez; fueron tres semanas muy intensas de preparación, eso es fruto de lo que venimos haciendo, me dedico a esto, me cuido en las comidas, me gusta entrenar y eso arriba del ring se siente. Antes me dolía todo después de las peleas, ahora la verdad que me siento bien, descanso dos días más y arranco de nuevo”, dijo de manera entusiasmada mientras apoyaba el mate sobre la mesa.
Continuando con el repaso de la pelea que estaba pactada a 10 asaltos, Acevedo mostraba su puño derecho totalmente inflamado y de color morado; claro ejemplo de los golpes reiterados que pudo conectar: “Tengo la mano derecha hinchada, en el quinto me entra un golpe con el guante medio gastado, eso me raspó el ojo y me complicó la vista, veía todo nublado pero me dije a mi mismo que no me iba a tirar para atrás, no me asusté en ningún momento, le metí corazón y huevo como tiene que ser. En el séptimo round tomé otro aire, en el octavo volví a tirar muchos golpes aunque me habían dicho en el rincón que ya estaba la pelea”.
Antes de sonar la campana para el noveno, en el rincón de Clavero había movimientos distintos a los clásicos de pelea; segundos después el árbitro le dice a Acevedo que no iba a seguir: “Cuando el árbitro me dice eso quería salir a festejar pero me frenó porque tenía que sonar la campana, no lo podía creer, me abracé con Juan Carlos y le dije gracias porque se la juega por mí. La verdad que dormí muy poco, en total debe haber sido cuatro horas, todavía tengo una adrenalina bárbara. Yo no quería ni comer después de la pelea, ahí recién me quedé un rato solo para pensar y caer lo que logré”.
Brazos en alto, cinturón reluciente y el fallo oficial. Toda alegría para José que ni bien pudo quiso comunicarse con su mamá, que estaba viendo desde San Francisco lo que hacía su hijo: “Mi vieja no me escribía, solo había mandado un audio en un grupo que estamos y escuché una parte que estaba preocupada por el ojo”, empezó a contar entre risas: “Después hablamos y se puso a llorar, primero me preguntó cómo estaba y enseguida me habló del ojo, cuando llegué a San Francisco me dijo –mirá como tenés el ojo-”, relató.
Ahora el status de Acevedo para el boxeo argentino cambia, se le abrirán puertas y lo tiene en claro: “Mi deseo es llegar a lo máximo, ir a ganar afuera, pelear y ganar. Hoy soy campeón argentino y latino con 11 peleas, pero creo que voy a defender los títulos para seguir sumando experiencia acá en el país y esperar el momento para viajar”, concluyó.
Es el mejor ligero del país y es de San Francisco…