El periódico de la Escuela del Círculo de Periodistas Deportivos, "PIRÁMIDE INVERTIDA", publicó la nota (escrita por Ivan Furman, Germán Roca y Darío Bonnin) a Osvaldo Bisbal que reproducimos a continuación (Foto del mismo medio).
En el ordenado escritorio que ocupó por 24 años, como presidente de la F.A.B., el actual vicepresidente de la A.I.B.A., Osvaldo Bisbal, recorrió con "Pirámide Invertida" su vida en el mundo boxístico.
- ¿Cómo fueron sus 24 años al frente de la Federación Argentina de Boxeo?
Los primeros 5, 6 años fueron muy duros. Después tuvimos una época de tranquilidad y lógicamente querés seguir creciendo. Ahí se pone difícil, sobre todo desde lo financiero, pero no imposible. La F.A.B. pasó de estar en la quiebra, a tener superávit y contratos televisivos.
- ¿El saldo de su paso por la presidencia es positivo?
- Viendo cómo estaba la F.A.B. cuando tomé el cargo y lo que es hoy, el saldo es positivo. Lo que era desde el punto de vista deportivo, infraestructura, financiero, cambió todo. Tardamos, pero el cambio fue bastante grande.
- ¿En qué cambió el deporte en todo este tiempo?
- Lo agarramos en un pésimo momento, después del cierre del Luna Park, tomamos la posta y logramos levantarlo. Hace 50 años que escucho que el boxeo está muerto, pero en general el deporte argentino ha bajado; eso no significa que algún deporte vaya a desaparecer. El boxeo tiene altibajos, es un error grosero medir a un deporte por sus campeones. Sobre todo, en la parte amateur el progreso que ha habido en los últimos años ha sido tan grande que podemos decir que el futuro está asegurado.
- ¿Cómo ve a los próximos representantes argentinos para los Juegos Olímpicos de la Juventud?
- Son buenos los chicos. Creo que el equipo que tenemos es superior al de los Juegos de Singapur y Nankin, se creció muchísimo. Por derecho, sin clasificatoria, ya tenemos 3 lugares. Cuando te enfrentes a los rusos, kazajos, chinos, ahí la cosa es más dura. Nosotros comenzamos a los 14 años y en Europa del Este a los 8 o 9. Allá el Estado sostiene 100 % la infraestructura y con mucho dinero; acá les dan una beca a los chicos y nada a las federaciones.
- En el plano profesional, ¿Qué opina de los boxeadores y boxeadoras argentinas?
- Tenés a Brian Castaño. En este momento no hay demasiado. Está faltando un poco en relación a lo que tuvimos: Coggi, Castro, Vázquez, pero hace 50 años capaz, tenías un campeón. A simple vista estamos bajos, pero no es menos cierto que hay futuro. Hay muchos chicos comenzando su carrera profesional.
- ¿Cree que hubo campeones que duraron poco y son reconocidos, mientras que actualmente hay campeones sin el reconocimiento que se debe?
- Hay que ir caso por caso. Maravilla Martínez duró poco, para lo que podría haber sido, pero porque entró tarde, de grande. Si lo hacía 2 o 3 años antes hubiera batido récords de defensas. Vázquez ha tenido tantas defensas ante rivales muy difíciles y sin embargo no tiene el reconocimiento que es merecedor. Tiene que ver con el marketing que le meten.
- ¿El boxeo femenino tiene poco marketing?
- El boxeo femenino en el mundo no ha proliferado todavía, no hay que mentirse. Creo que está bastardeado. Para los promotores es un buen negocio y no buscan un rival de calidad. Hemos llegado a tener 17 campeonas del mundo y no es normal eso, pero no hay en el mundo figuras de valor.
- ¿Cree que eso puede cambiar?
- Con los años. El boxeo femenino tiene 30 años y el masculino, 110. Se venían dando los pasos adecuados, se convirtió en un “negocito”, se apresuró y se lo bastardeó. Entonces hay que volver a la ruta que habíamos puesto al principio.
- ¿El boxeo sigue teniendo un rol social?
- Sí, pero no sólo es del boxeo. Si en un barrio, donde no hay nada, ponés un club, salimos de la calle. El deporte arrastra mucho al chico. Siempre se dijo ese mito de que el boxeo se nutre de la gente pobre, ¿y el fútbol qué? El problema es que los clubes de barrio se murieron hace dos décadas por problemas económicos. Debería haber una política de Estado muy fuerte en ese sentido, se le debería brindar la oportunidad de no estar en la esquina con la bebida o la droga.
- ¿Cómo sigue su futuro?
- Mi idea en noviembre del año pasado era renunciar, me quería quedar en la Federación ayudando sin cargo, pero me pidieron que siga en A.I.B.A. y no he tomado una decisión sobre qué voy a hacer. Estoy desde los 22 años en esto, tengo 67, ya no quiero responsabilidades. No me enamoro de la silla. Cuando te sentaste, tenés que pensar que un día te tenés que ir.
- ¿Esperaba más de Omar Narváez ante Zolani Teté?. (El Huracán cayó por puntos en 12 rounds)
- Lo conozco desde que tenía 17 años y es muy inteligente. Sabía perfectamente a qué iba, qué podía lograr y qué tenía que hacer. Narváez conoce todo. Es muy difícil a determinada suma de dinero decirle no. Entonces buscaba no perder por nocaut, salir sano y ver si lo podía ganar. Nadie tiene autoridad para criticarlo porque lo dio todo, si podía ganar buen dinero a su edad, había que dejarlo.
- ¿Y cómo podía haber hecho para lograr esa bolsa antes y no a los 42 años?
- Le han ofrecido peleas en E.E.U.U. hace años, pero cuando veías la bolsa, era una risa. Cuando no te quieren ver pelear te ofrecen poco y listo. A lo mejor le ofrecían 30 mil dólares y tenía que dejar el título allá, porque eran peleas difíciles. Entonces, por el mismo dinero peleaba acá, con menores rivales y ganaba lo mismo.
- Se aproxima la pelea entre Lucas Matthysse y Manny Pacquiao, ¿Qué opina?
- Hay que ver cómo está cada uno, emprendieron el camino de vuelta. Matthysse sigue siendo un extraordinario boxeador todavía, pero de vuelta. Los dos tienen una mano dura, no sé qué le va a hacer a este Pacquiao una mano dura, al de hace 10 años atrás lo hacía reír. No creo que sea una pelea que se defina por un punto; sí durísima, pero no creo que llegue al final.