"EL PERIÓDICO" de San Francisco publicó la nota a Diego Luque que publicamos a continuación.
El flamante campeón welter latino de la Federación Internacional de Boxeo, Diego “Riña” Luque, dialogó con "El Periódico" y contó cómo fue la pelea con Gabriel Ledesma que lo consagró campeón, dio detalles de su vida como boxeador y cuáles son sus próximos objetivos.
El sanfrancisqueño de 32 años tuvo que subir de categoría, con los riesgos que eso implica, pero no tuvo demasiados inconvenientes para coronarse campeón en welter siendo superligero.
El púgil aseguró que está muy contento por lo logrado: “Sabíamos que íbamos a la casa de él, si bien era un título vacante estábamos contra todo, no únicamente contra la gente, contra los jurados y hasta los comentaristas de la tele”.
La pelea con Ledesma tuvo dos partes, en los primeros rounds fue el local quién salió decidido a quedarse con el título; sin embargo el sanfrancisqueño se apegó a su estrategia y resultó ganador. “Sabía que él era peligroso en los primeros rounds porque es rápido y trabaja bien la distancia, lo hablé con mi entrenador, Seba Echenique, y a partir del cuarto round empecé a trabajar, ese era el planteo”, confesó el boxeador.
Además su entrenador jugó un papel clave no sólo en la preparación sino también en el desenlace del combate. “La experiencia mía lo bajoneó y en el round nueve mi entrenador me motivó, lo necesitaba en una pelea pareja como esa”, relató.
Una pelea bisagra
Después de su primera experiencia internacional en Escocia, que terminó con derrota ante el británico Jack Caterall, Luque estaba decidido a no bajar los brazos y fue por un combate que no era de su categoría. “Se me venían cayendo peleas en superligero, tuve que subir a welter, son tres kilos más. Me sentí fuerte, con un pegador en esa categoría me puede jugar en contra, yo me sentí muy bien, nunca me ahogué”, señaló.
Además expuso que sin dudas fue una pelea bisagra en su carrera. “Antes de esta pelea en el hotel sabíamos que si queríamos volver a pelear afuera tenía que ganar, por suerte mi entrenador me da mucha confianza y siempre hablamos de frente”, dijo.
El apoyo de su familia y su vida como boxeador
Luque destaca que la vida de un boxeador no es para nada fácil, es poco dinero lo que se puede ganar en cada pelea y no alcanza para mantener una familia, a menos que se logren competencias internacionales muy seguidas.
“Tengo tres hijos. Mi familia me banca, es mucho tiempo el que estoy afuera de casa trabajando y entrenando. Ya tengo 32 años y uno ya piensa en hacer las últimas peleas. Hace 14 años que entreno y 12 que peleo”, indicó.
Además comentó que para llegar a ser campeón con más de 30 años un boxeador tiene que llevar una vida sana, alejarse de los vicios y no trasnochar.
El futuro
El boxeador sanfrancisqueño comentó que su próximo objetivo será quedarse con el título Superligero Provincial. “Todavía no está confirmado pero quiero pelear acá en San Francisco con mi gente, ese es mi primer objetivo”.
Por otro lado, y teniendo en cuenta que ya anunció que está realizando sus últimas peleas, comentó que espera por una pelea internacional. “Peleás contra todos, como decía mi entrenador Adolfo Robledo, afuera tenés que ganar por nocaut para que te den un empate”.
Finalmente comentó que se preparará para llegar de la mejor manera al Provincial y en sus últimas peleas irá por el título argentino. Y destacó que quiere estar bien entrenado para pedirle la revancha a Martín Coggi.