El diario "EL PUNTAL" publicó la nota de Luis Schlossberg de la que extrajimos la entrevista a José y Javier Clavero, que reproducimos a continuación.
El trabajo del Movimiento de Acción Popular (M.A.P.) y la C.T.A. en los barrios ahora tiene una nueva propuesta que está vinculada al deporte para dar contención a los pibes. Chicos y chicas de los 14 merenderos que coordina la agrupación podrán participar de una escuelita de boxeo que será dirigida por José y Javier Clavero. El gimnasio en el que funcionará la escuelita tendrá lugar en el Club Buena Vista. Esta semana comienzan los entrenamientos que dos veces por semana coordinarán los Clavero. La escuela estará destinada a chicos de entre 14 y 21 años, y hasta el momento ya se han anotado 25 chicos y chicas de todos los barrios.
José y Javier compartirán un nuevo desafío como padre e hijo, el de llevar adelante los entrenamientos de la escuelita. “A los 39 años dejé el boxeo, y tengo una escuelita en San Basilio y otra en Sampacho”, explica José y remarca: “Ahora se da la posibilidad de estar acá y es algo que nos gusta mucho, poder enseñarles a los chicos todo lo que sé, a la par de mi hijo, a quien yo admiro mucho, es muy buen chico y buen boxeador”.
Javier, en tanto, reconoce que por su edad (tiene 24 años) puede llegar a tener otro tipo de vínculo con los jóvenes que vayan a aprender el deporte: “Son muchos chicos que tienen casi mi edad y creo que vamos a poder compartir mucho, queremos hacernos entender y trabajar juntos”, sostuvo y aseguró que “es un deporte muy sano y que te pone bien físicamente”.
- ¿Qué valores se promueven?
- De acá sale mucho compañerismo, la confianza entre todos no es la misma, se comparte con los amigos y se dejan de lado todos los problemas que tienen en la calle.
El deporte ha sido elegido desde el M.A.P. para dar contención a los chicos. Experiencias similares se realizan desde espacios culturales y educativos, incluso desde otras disciplinas deportivas en diversos ámbitos de la ciudad.
José Clavero reconoce que deben enfrentar en este desafío todas las problemáticas que se les presentan a los pibes en la calle, flagelos a los que están expuestos en todos los barrios de la ciudad. “Empecé a boxear a los 13 años, y hasta ese momento también estaba loco, me gustaba pelear, pero cuando comencé a entrenar me sacó de ese ámbito”, precisó el boxeador, que aseguró que el entrenamiento “te saca de andar en la calle haciendo dañinadas”.
Sobre prejuicios que se tienen de la disciplina, catalogándola como violenta, el deportista puntualiza que “puede ser que se vea al boxeo como un deporte agresivo, pero en realidad es muy técnico y con las personas que uno pelea en el ring sigue siendo amigo”.