martes, 7 de abril de 2015

LEANDRO GABRIEL ROJO: “Si en el Lugar Había una Ambulancia mi Hermano se Salvaba”


El diario "EL PUNTAL" de Río Cuarto publicó la nota de Tristán Amado a Leandro Gabriel Rojo, que reproducimos a continuación.

Antes de emprender el regreso a Río Cuarto con su padre y el cuerpo de Néstor, el más grande de los hermanos boxeadores habló con PUNTAL sobre lo ocurrido en la trágica velada del sábado.
El domingo comenzaba con la peor noticia para el deporte de Río Cuarto: murió en el ring Néstor Rojo.
Desde que se conoció la trágica noticia del fallecimiento de este joven de tan sólo 17 años, se comenzaron a tejer demasiadas especulaciones sobre las causas de la muerte y si la misma se podría haber evitado.
PUNTAL dialogó con su hermano, Gabriel “El Gallo” Rojo, quien había combatido antes que Néstor y junto a su padre fue testigo del hecho que nunca hubiera querido vivir.
“Fue un golpe en el bazo, se quedó sin aire y ahí le dio el infarto” es lo que primero le sale decir a Gabriel cuando recibe el llamado de este periodista.
Visiblemente consternado, pero con la necesidad de explicarle a su gente lo que verdaderamente pasó el sábado por la noche, el más grande de los Rojo accede a la charla: “En unas horas salimos para Córdoba y de ahí nos vamos con el cuerpo de mi hermano para Río Cuarto”.
- ¿El resultado de la autopsia determinó que el golpe fue la causa del fallecimiento?
- Sí, recibió un fuerte golpe en el bazo, se quedó sin aire y eso generó el infarto que le causó la muerte.
- Se habló mucho de la edad de su rival y el peso...
- El chico tiene 20 años y en el pesaje registró 400 gramos menos que mi hermano.
- ¿El reglamento permite que peleen un mayor con un menor?
- Mi papá me dijo que la comisión de boxeo de acá del sur no sabía que no se podía combatir un menor con un mayor y por eso lo dejaron pelear.
- ¿Había ambulancia y algún médico en el festival?
- No había ambulancia y el médico que estaba no tenía los elementos adecuados para responder a una situación como esta. Además, tampoco nos hicieron el control médico que te hacen siempre antes de las peleas, donde te toman las pulsaciones, te miden la tensión, te controlan el corazón y si estás muy nervioso y no pasas ese control no te dejan pelear.
- ¿Se dieron cuenta antes de la pelea que no había ambulancia?
- La verdad es que no nos dimos cuenta, si en ese momento hubiéramos visto que no estaba, hubiéramos dicho que no peleábamos. Estábamos tan felices y emocionados que íbamos a pelear que no nos dimos cuenta de nada.
- ¿Cuánto demoró en llegar la ambulancia y cómo estaba tu hermano en el momento que lo hizo?
- La ambulancia demoró más de quince minutos en llegar. A mi hermano lo sacaron inconsciente del ring y en una camilla esperó afuera a que llegara la ambulancia, pero para mí ya había fallecido arriba del ring. Si en el lugar había una ambulancia mi hermano se salvaba.
- Otra de las cosas que se dijeron es que tu hermano tuvo que bajar mucho de peso para la pelea.
- Nada que ver. Él estaba bien y peleó en los kilos que estaba.
- Hace poco tiempo que estaban en el sur...
- Sí, hace tres semanas que nos vinimos acá con mi papá, él ya estaba viviendo acá, porque mi cuñado le había dado trabajo. Mi viejo nos contactó con Raúl Paniagua (el promotor que junto a Daniel Behm los habían albergado en el sur), no lo conocíamos a él, pero lo buscamos en Internet y vimos que era el tío de “Maravilla” Martínez.
- ¿Se sintieron cuidados por su promotores? ¿Cómo los trataron después de este lamentable hecho?
- A nosotros en todo momento nos trataron muy bien. Tanto Paniagua como Behm eran muy buenos compañeros y muy buenos entrenadores para nosotros.
- ¿Cómo se siente en este momento?
- De la peor manera, nunca pensé que mi hermano se podía ir, pero se fue.