La página web "BOXEADORAS ARGENTINAS" publicó el reportaje a Leonela Sánchez que reproducimos a continuación.
Recién llegada a Buenos Aires, después de un gran torneo continental en Guadalajara Estado de Jalisco, México y con más de dos meses fuera de su hogar en la capital cordobesa, la capitana de Las Toritas (selección Nacional de boxeo femenino amateur) y flamante campeona Panamericana en categoría 54 kilogramos, Leonela Sánchez se aprontaba para volver a "La Docta" a encontrarse con sus seres queridos. Boxeadoras Argentinas pudo interceptarla en la terminal de ómnibus de Retiro y dialogó de forma exclusiva con la menor de las hermanas Sánchez.
- ¿Todo lo que soñaste, sufriste y te esforzaste están ahí dentro de tu valija, en una medalla de oro?
- "La verdad que si. Sueño cumplido y hecho realidad. Fueron dos meses de concentración, donde casi termino muerta. Tuve momentos de altos y otros bajos, hasta se me cruzó por la cabeza volverme a Córdoba. Agradezco a todos los que me apoyaron y me alentaron para poder hacer realidad este sueño."
- ¿Cómo viviste los últimos días antes de partir hacia México y lo vivido en allí?
- "Llegando a las últimas semanas en el Ce.N.A.R.D. pude tranquilizarme porque estaba en categoría y eso me ayudó para encarar mejor la puesta a punto. Por esos días me eligieron capitana y eso fue un mimo más para mi, como un reconocimiento al esfuerzo que hice, a la vez un poco de presión. Por su parte mi hermana Dayana hizo lo imposible para estar comunicada conmigo, sabe que la extraño mucho cuando no estoy con ella en las concentraciones, hasta creó un facebook de Las Toritas, para alentarme, no se hizo un Twitter porque no sabe como usarlo (se ríe). Una vez en Guadalajara, hermoso lugar y muy bien atendidos. En el comienzo del torneo estaba bien porque di muy holgada la categoría, pero al saber que combatiría el primer día con la local pensé que ser visitante me jugaría en contra. Por suerte superé bien el debut. A partir de ahí empecé a confiar más en mi. Llegaba Canadá, contrincante que conocía como boxeaba, pero que nunca lo había hecho con ella. Buena boxeadora, pero pude imponerme con mi boxeo. Finalmente la final con la estadounidense que ya había combatido con ella en la final que disputé en Venezuela y perdí por poco 13-11 cuando aún se usaban las computadoras. En esta oportunidad con algo de nervios, pero con muchas ganas y hambre de revancha pude superarme y vencerla con un contundente 3-0, como lo hice en las peleas anteriores y además corté la racha de siempre ser segunda. Finalmente la tercera final continental fue la vencida y ahora quiero acostumbrarme a la de oro."
Pero no todo fue color de rosa para la flamante campeona panamericana, el día posterior a la semifinal (el viernes, día de descanso), pasó algo que casi la deja fuera de poder combatir por la presea dorada. Así lo cuenta su protagonista.
- "El viernes al día siguiente de la semifinal no comí casi nada, solamente había desayunado. Al llegar la noche fui hacerme un pesaje de control y tenía dos kilos y medio arriba de la categoría de 54 Kg. Nos pusimos a entrenar, pensado que era una retención de líquidos. Al finalizar pesaba 55,100 Kg., volví hacer actividad física esa misma noche y me acosté bien abrigada para llegar más cerca de la categoría. Al despertar e ir al pesaje previo del oficial estaba 200 gramos por arriba de los 54 kilos. Tenía que bajarlos en menos de media hora, creo que fueron 20 minutos y finalmente llegué y me pesé última, dando oficialmente para la final 53,800. Nunca me olvidaré del momento que pasé junto al Mono (José Sosa) y Flor (Florencia Juárez), que estuvieron ayudando para superar este mal trago."
Y llegó la final ante la temida verdugo de su final Panamericana en Venezuela, la estadounidense Christina Cruz.
- "Ya estaba tranquila cuando comencé hacer sombra. Voy a confiar en mí. Conocía a mi rival, ella me venció en la final de Venezuela, pero ese día combatí muy mal y perdí por tan solo dos puntos 13-11 (fallo a través de las computadoras que ya no se usa en el boxeo amateur). En esta oportunidad iba hacer pesar todo el sacrificio que hice dos meses antes y el realizado para llegar al último pesaje. Salí en el primer asalto hacer el plan de trabajo que habíamos pensado, golpear y salir rápidamente. Como todo lo hecho, en el capítulo inicial salió muy bien, me solté en los siguientes asaltos, dando todo de mí, hasta el campanazo final. En el momento del fallo cuando escuché que había ganado 3-0 me acordé de mi hermana Dayana, de mi madre, mi familia, de todos. No quiero conformarme con haber ganado el continental, ahora quiero acostumbrarme a medallas de oro, luego de tantas de plata, más ahora que se viene el mundial, quisiera venirme con alguna medalla."