El sitio web "GANCHO Y CROSS" publicó una nota de Enrique Rodríguez a Alberto Melián, que reproducimos a continuación.
Uno de los referentes de Los Cóndores es Alberto Melián (56 kilos, 24 años, cordobés radicado en La Paternal, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, adiestrado por su padre Carlos, 1º en esta World Series y ex olímpico en Londres 2012, fanático de Argentinos Juniors y apodado "Impacto 27″) opinó sobre su pasado, presente y futuro: "(Omar El Hag, en la F.A.B.) en el 3º me metió una buena derecha que me dejó sentido. Tuve una buena recuperación por el buen trabajo del preparador físico Ricardo Meloni. Ya me había pasado con (Steven) Fulton, en noviembre, en E.E.U.U., en el mismo round, que también me tomé respiro y perdí un punto. Y no debe ser así. Después supe salir bien de la situación y gané muy bien."
- ¿Qué análisis hacés de 2013 y de este comienzo de 2014?
- Tuve un buen cierre, al ser nº 1 de la Liga y ser considerado el mejor boxeador amateur por la UPERBOX (Unión de Periodistas de Box de la República Argentina). Todos mis rivales me exigieron mucho. No me tocó ningún `paquete´ y eso me gusta porque me hacen crecer, me obligan a estar siempre atento para corregir errores sobre la marcha. Gané bien, sin arriesgar de más, frente a mi último adversario. Traté de boxearlo de afuera para que no me lastimara con su cabeza y codos, algo que siempre intentó durante toda la pelea. Si no, me perdía el viaje a los Sudamericanos.
- ¿Qué creés que te falta mejorar, además de lo que remarcaste sobre tu bajón en los 3º asaltos?
- Desde lo físico estoy diez puntos, con aire y potencia en mi pegada. Tal vez tengo que tener más continuidad de golpes, más intensidad de trabajo durante toda la pelea.
- ¿Qué se te viene y qué le apuntás en adelante?
- Mi objetivo es completar dos citas olímpicas, siempre bien entrenado y comprometido con el equipo argentino. Quiero ser el mejor y para eso, tengo que pelear con todos. Puedo llegar a perder alguna pelea pero, seguro que tomaré toda la experiencia posible de cara a ganar en Río y llegar al profesionalismo con todo el roce necesario para ser campeón. Por eso, no elegiré ni torneos ni rivales: no le escapo a ninguna cita que me convoque porque quiero ver la celeste y blanca siempre arriba.