La página web "Gancho y Cross" publicó una nota de Enrique Rodríguez a Pablo Sarmiento que reproducimos a continuación.
Sábado a la noche en la pizzería “El Tuñín”, a metros de la F.A.B., con Nicolino, Pascualito, Ballitas, “Escopeta” Monzón, “Falucho”, “El Látigo” ¡y tantos otros! dominando la escena enmarcados desde brillantes retratos que nos cuidan: ¿qué mejor día y qué mejor ámbito que esos donde parafrasear, olfatear, respirar y transpirar boxeo, dialogando con Pablo Sarmiento, el D.T. de Sergio Gabriel Martínez, heredero de aquellos y sostén actual del boxeo argentino en el mundo a puro esfuerzo y talento?
El amigazo José Bocassi (“Campeones en el Ring”) propició este encuentro en el que el maestro Hernán Santos Nicolini (www.cuadrilateroboxing.com.ar) y Álvaro Garay y Hernán Quinteros (de la sólida revista “PRIMER GUANTE”), codo a codo con www.ganchoycross.com.ar, han ametrallado a preguntas al “Hueso”.
Y este afable cordobés, ex boxeador profesional, pupilo del mítico Alcides Rivera y ex monarca sudamericano liviano, latino superpluma O.M.B. y mundial superliviano I.B.O., carne y uña de “Maravilla”, con quien comparte sueños cumplidos y por cumplir, esfuerzos, dedicación, alegrías y tristezas, no le escapó al convite. El siguiente es el resumen de la requisitoria encarada por nuestro sitio web, ya que los otros medios citados, a su turno, publicarán el material correspondiente.
- ¿Cuál es el análisis que hacés de esta victoria frente a Chávez Jr.?
- Se hizo un trabajo impecable. Salió como pensábamos. La clave estuvo en los dos meses completos de preparación, dieron resultado. Lo habíamos visto a Chávez Jr. en innumerables oportunidades y sabíamos que no tenía chances. Y así se dio.
- ¿En qué aspectos basaban semejante confianza?
- Es que Sergio es muchísimo más boxeador. Chavez no tenía recursos para poder complicarlo. Además, al verlo en el pesaje, sabíamos que habíamos ganado. Había dos masajistas masajeándole constantemente las piernas, ya que estaba acalambrado, deshidratado de tanto esfuerzo para poder dar el peso.
- Entonces, ¿cuál era la estrategia para vencerlo?
- El plan era el que queríamos hacer: no darle descanso. Si trabajaba él, caminar y desgastarlo. Y si no, salir a presionarlo para cansarlo en los primeros seis rounds para definirlo más tarde. Después nos llevamos una sorpresa muy grande porque él aguantó muchísimo más de lo esperado. Chávez solo tenía su juventud y que era más grande en el peso. Pero nada más: Sergio lo superó de principio a fin ya que tiene muchas más variantes y no le dejó hacer nada.
- ¿Por qué no pudo noquearlo?
- En el 7º, Chávez no daba más. Yo miraba a su rincón y pedía que le pararan la pelea. Pero Sergio se lastimó la mano izquierda allá por el 4º y, si bien fue cierto que siguió golpeando, lo hizo con mucho dolor y el efecto ya no era el mismo. La culpa es del vendaje flojo que le produjo la fractura de su mano izquierda.
- Al final, nos llevamos un flor de susto…
- Mirá: metió esa mano que complicó un poco pero yo tenía toda la confianza en él y supo salir bien de ese problema.
- Me llamó la atención que, cuando cayó en el último round, tuvo un rapto de lucidez y le hizo una seña al rincón: ¿qué interpretaste que te quiso decir?
- Me quiso decir: “¡mirá lo que me pasó!, Pero estoy O.K. No hay problemas, estoy bien!” Me dijo que estaba recuperado y se prendió a cambiar golpes con total naturalidad.
- Ahí quería llegar: varios periodistas en la transmisión de la TV decían: “¿por qué se expone a cambiar golpes”; y su familia y los fanáticos de Sergio con los que estaba www.ganchoycross.com.aren ese mismo momento en su casa materna de Quilmes, exclamaban: “agárralo que falta poco”. Luego de enterarnos que tenía la mano fracturada o fisurada y su rodilla maltrecha y analizar la situación, entendemos que hizo lo único que podía hacer: prenderse. Porque no podía salir de la zona de fuego por imposibilidad de trasladarse y, en caso de amarrar, hasta podían haberle parado la pelea luego de que había sido derribado. ¿Cuál es tu opinión al respecto?
- Cuando cayó, yo estaba tranquilo. Se notó que su rodilla estaba mal una vez que se levantó. Por lo tanto, se puso a cambiar golpes porque estaba recuperado. ¿Para qué iba a agarrar si estaba bien? Aparte no es su estilo y no lo iba a traicionar. Hizo lo que tenía que hacer: no cometió errores, solo que lo engancharon con una mano luego de darle una paliza durante once rounds. Son cosas que pueden pasar, esto es boxeo. Pero lo resolvió como lo debía hacer. Asumió la responsabilidad y lo ganó como un campeón, también de guapo.
- ¿Existe algún tipo de autocrítica por esa mano que le entró?
- Te repito: no existe error alguno ni de Sergio ni mío. Metió una mano y punto. Pero Chávez no es un noqueador y yo sabía que a Sergio metiéndole una sola mano no lo iba a noquear. Él está entrenado para soportar y levantarse de esa mano y de manos más fuertes.
- ¿Reconoció la derrota?
- Sí. Realmente es un muy buen chico. Se acercó luego de la pelea, y dijo “por fin terminó esto. Martínez ganó muy bien”. Igual que su D.T. Freddy Roach.
- ¿Y Chávez padre?
- No. Nada que ver. Son dos personas distintas. Me dejó mucho que desear como ser humano.
- ¿Cuál es el estado real de su rodilla derecha y de su mano izquierda?
- Se tiene que operar de los meniscos rotos de su rodilla en España. Y de su mano, está mejor: estuvo una semana más conmigo en E.E.U.U. y antes de irse para España, se le había desinflamado bastante. Se hará los estudios correspondientes y allí se decidirá qué hacer.
- ¿Es fácil trabajar con “Maravilla”?
- ¡Claro! Es muy sencillo entrenarlo. Jamás me contradice. Él confía mucho en todo lo que observo de los errores que puede cometer él y su rival.
- ¿Cuál es la clave de su éxito arriba del ring?
- La disciplina. Eso es fundamental. Yo me levanto a las cuatro, lo llamo, le preparo el desayuno y a las 4 y media estamos saliendo a entrenar. Todo lo que le digo lo acepta: en la comida, en el modo de entrenamiento. En todo. Ahí está la clave: trabajamos codo a codo, él es humilde para ayudar a sus compañeros de gimnasio sin ponerse en estrella. Es un campeón en todo sentido.
- ¿Cuál es el límite técnico, táctico y estratégico de “Maravilla”?
- No tiene techo para progresar: el límite para él no existe. Me sorprende cada día, en cada entrenamiento. Lo único que le digo es que mire mucho a Nicolino Locche, para no dejarse pegar. Después, él tiene todo para ser el número uno y saca de adentro ese talento natural que no tiene igual.
- ¿Las situaciones vividas con Héctor Saldivia e Israel Pérez, a las que ya nos referimos profusamente en www.ganchoycross.com.ar y que determinaron su alejamiento de tu adiestramiento, le cerraron las puertas de tu gimnasio a los boxeadores argentinos?
- Lucas Matthysse con el “Cuty” Barrera tienen las puertas abiertas… Acá el tema es el respeto. Fijate que hasta el español Gabriel Campillo, ex campeón mundial, con familia, me llama cuando sale a tomar un café. Eso marca la disciplina que tiene mi equipo. Solamente entreno boxeadores que tengan claro su objetivo.
- ¿Y Juan Carlos Reveco? Como lo está programando Mario Arano, el mismo que promociona a Matthysse, que además, trabaja con Sampson Lewkowicz, también cercano a ustedes…
- Reveco es el único que tiene muchas posibilidades de entrenar con mi equipo.
- ¿Estás afirmando que “El Cotón” se sumará próximamente al plantel de ustedes?
- Reveco tiene abiertas las puertas de mi gimnasio. Yo lo quiero, pero para eso se tienen que dar acuerdos dirigenciales. Y eso no depende de mí.
- Siempre Sergio me dijo que a los 40 años no estará más arriba de un ring… ¿Qué se viene en adelante?
- Entre abril y mayo 2013, hay negociaciones para que Sergio defienda en Argentina, pero por cuestiones económicas, lo veo muy lejos, casi imposible. Yo le aconsejé que bajara a superwelter para retar a Saúl “Canelo” Álvarez por el C.M.B.
- ¿Y después?
- En noviembre de 2013, está la idea de hacer la revancha con Chávez (En Dallas, E.E. U.U.)…
- ¿Cómo ves la revancha con él?
- Sergio le va a pegar más todavía y lo sacará por K.O. El asunto es pelear con Álvarez para animar a Mayweather a pelearle a Sergio en 154 libras. Y después, sí con Mayweather. El límite, la obsesión de “Maravilla” es llegar a combatir con Mayweather.
- ¿Cuál es el heredero de Sergio el día que él no tenga más los guantes puestos?, ¿existirá otro Sergio Martínez?; ¿cómo será tu vida como entrenador después de él?
- Será muy difícil, imposible, diría, encontrar a alguien como Sergio. Igualmente seguiremos trabajando juntos cuando se retire y tenemos al dominicano Javier Fortuna como un boxeador de otro planeta. Zurdo, talentoso, un “Mayweather” en potencia. Un fenómeno del ring. Pero, te repito: “Maravilla” hay uno solo.
