martes, 16 de octubre de 2012

JUAN DOMINGO ROLDÁN: “Quiero ser campeón del mundo de la vida”


"El Periódico" de San Francisco publicó en su revista "Vayas Donde Vayas" una nota a Juan Domingo "Martillo" Roldán, que reproducimos a continuación.

- ¿Cómo es la vida de “Martillo” Roldán hoy?
- Tranquila. Trabajo en la Municipalidad de Frontera por la mañana y a la tarde estoy modelando mi casa en un campo en la zona de Freyre, en la casa donde viví hasta los 23 años. Me puse a arreglarla, es el lugar donde quiero pasar el resto de mi vida con mi familia.
- ¿Cuándo subís al ring por primera vez?
- A los 13 años. Estábamos cenando una noche y escuchamos por radio que había un festival de boxeo en Fraga. Nos fuimos para allá, mi viejo habló con quien fue mi manager después y le dijo: “Quiero que peleen gratis, no cobro nada. Eso sí, quiero que los caguen bien a palos”.
- ¿Tu papá le dijo eso?
- Claro, era para ver si nos amansaban y nos sacaban a mí y a mi hermano la locura del boxeo.
- ¿Te sentís un campeón sin corona, tal como tituló una revista una vez?
- Voy a muchos festivales donde van campeones del mundo y el más ovacionado a veces soy yo. La gente sigue reconociéndome muy bien y eso a veces siendo campeón del mundo no lo podés lograr. Yo quiero ser campeón del mundo de la vida y lo voy a lograr. Como persona estoy hecho, tengo mis años y quiero vivir en paz.
- ¿Te da por volver a ver las peleas?
- Es difícil verse. Me pongo nervioso porque caigo, me levanto, lo tengo cerca del nocaut, le pego, pero vuelvo a caer. Peleas durísimas fueron. La pelea con Hearns la calificó la Asociación Mundial de Boxeo como la más dramática del año, fue electrizante; si pestañabas te comías un piñón.
- ¿Te costó pelear más a esos monstruos o al oso de circo con el cual luchaste de adolescente?
- Fue una travesura de chico. Tenía 16 años. Yo empecé a los 13, gané varias peleas por nocaut, en dos años se revolucionó el pueblo. Entonces venían los circos y buscaban al personaje del pueblo. Fueron a mi casa a hacer guantes el trapecista y el dueño del circo. Después me piden que pelee con el oso, les dije que no porque no le iba a pegar a un animal. Entonces le dije lucha sí, pero pelea no. Tenía 270 kilos el oso.
- ¿Cómo fue la lucha?
- Fue a dos round para ver quién volteaba a quién. Yo pesaba 70 kilos y el oso más de 200. No me pudo tirar y se embroncó mucho porque yo lo agarraba de las veritas y le tiraba de los pelos.