La cordobesa habló con Segundos Afuera a horas de viajar al Mundial de Qinhuangdao, China. Competirá por un lugar en los Juegos Olímpicos.
El rostro pícaro evidenciaba la escena. No podía disimular el goce que le provocaba el desafiar límites. Se sabía transgresora. Su familia –en especial sus hermanas- miraba desde abajo con idéntico gesto. Cómplices. No había temor. Eran conscientes: había material de sobra.
Dayana Sánchez era esa piba que todos admiraban por su boxeo y amplia simpatía. Pelea a pelea exhibía un superlativo nivel, hasta que logró el título provincial y llegó el turno de competir en ligas mayores. A partir de allí, el camino fue el que recorren las figuras de este deporte: dificultad para conseguir rivales, convocatoria al seleccionado y medallas internacionales.
Pero la gran cita, el máximo logro de todo representante nacional, es llegar a un Juego Olímpico. Tras ese objetivo va Dayana, y el sueño comienza hoy.
“La primera vez tuve un poco de nervios, pero ahora me la banco bien. Es algo que me gusta. ¡La adrenalina que provoca me encanta!”. No está hablando de boxeo. La mayor de las Sánchez comenta su experiencia a bordo de los aviones, esos que la llevan a participar de cada certamen, como lo hará el de KLM Royal Dutch Airlines, con escala en Holanda, que arribará a China en las próximas horas.
- Estás a minutos de subir al avión para pelear por un lugar en los Juegos Olímpicos, ¿podés describir lo que sentís?
- Estoy con mucha fe, muchísimas ganas y muy bien entrenada. Me siento re bien y sí…un poco nerviosa, ansiosa, pero bien. - ¿Te conformás con haber llegado al mundial o vas por la clasificación olímpica?
- Este es un logro muy grande. Conocer parte del mundo como lo estoy haciendo me enorgullece por todo el sacrificio que hago. Pero, la verdad, me veo en peleando en Londres.
- ¿Querés dejarle algún mensaje a la gente de Córdoba?
- A toda Córdoba: gracias por el apoyo, por estar ahí siempre, por cada consejo, por seguirme. Si Dios quiere vamos a clasificar y vamos a ir a Londres. Muchas gracias a todos, de corazón. ¡Les mando un beso muy grande!