sábado, 12 de julio de 2014

GABRIEL SARMIENTO: “No Vendí Humo con Maravilla”


El diario "CLARÍN" publicó una nota de Adrián Michelena al cordobés de Las Varillas, Gabriel Sarmiento, que reproducimos a continuación.

Pasó más de un mes de la paliza histórica que sufrió Sergio “Maravilla” Martínez a manos del puertorriqueño Miguel Cotto, en el Madison Square Garden. Después de tanto ruido mediático, sólo quedó el silencio. Y los ruidos de las broncas internas dentro del equipo del boxeador, por evidentes errores en la preparación del ex campeón mediano del Consejo Mundial de Boxeo (C.M.B.). Desde España, Gabriel Sarmiento, uno de los entrenadores de Maravilla, le dio explicaciones a Clarín sobre lo que pasó con el quilmeño en Estados Unidos.
- ¿Por qué subió Sergio en ese estado al ring? No se podía mover...
- Si Sergio sólo hubiese estado jorobado de la rodilla, a Cotto le ganaba con un jab. Sergio tiraba 150 jabs por round. Ese no fue el drama. Yo no quiero mentirle a nadie: el boxeador estaba bien cuando se fue de España. Yo no vendí humo con Maravilla . Cuando yo lo dejé a Sergio, la preparación había sido excelente, después cuando se fue a Miami a entrenar con mi hermano, no sé lo que pasó. Parecía que flotaba. Estaba livianito.
- Vos decís que el problema no fueron las rodillas, pero la realidad es otra. Tendrá que volver a operarse....
- En un primer momento, Sergio me contó que le hicieron estudios en los Estados Unidos y que se iba a tener que operar de las dos rodillas. Pero yo le dije que no, que si se opera las dos rodillas, va a tener que estar un año en recuperación. Es mucho trabajo para recuperar las dos rodillas. Es complicado. Hace poco me escribió y me dijo que la derecha se está recuperando y que sólo hay que operar la izquierda. Por recuperar una, jorobó la otra.
- ¿Creés que Sergio se tiene que retirar del boxeo?
- No es hora de retirada. No me podría dormir tranquilo. Cotto aceptó la pelea porque Sergio estaba en muletas. Pero, insisto, Maravilla estaba recuperado. Yo sabía que a un setenta por ciento, le ganaba. Y Cotto se iba a tener que dedicar a jugar a las bochas. Pero no sé qué hicieron en la última semana...
- ¿Te hacés algún reproche?
- En realidad, de lo único que me puedo reprochar es que no lo pude acompañar a Sergio en toda la preparación. Por una cuestión legal, yo no podía salir de España. Ahora obtuve un permiso. Pero antes no lo tenía.
- Después de tantos golpes que recibió, ¿en serio creés que está para seguir peleando Maravilla?
- No fueron tantos golpes los que recibió. El golpe que realmente le hizo daño fue el primero que lo dejó inconsciente. De ahí hasta que llegó al vestuario no se acuerda nada de nada. Entonces, no tenía sentido de la distancia, parecía que flotaba, de hecho se caía de la nada apenas lo tocaban. A Martínez, estando medianamente bien, es muy difícil que le lleguen con un cross.
-¿La mala relación que tenés con tu hermano Pablo terminó perjudicando a Sergio?
- Yo sabía que mi hermano iba a hacer todo al revés de lo que yo mandara. Por eso, cuando enviaba los entrenamientos, los mandaba por mail a todos: a Sergio, a su secretaria y al resto los integrantes del equipo, para que no se perdiera en el camino. Sinceramente, yo la pasé muy mal, estuve comentando la pelea para la televisión española y no lo podía creer.
- ¿Qué explicación te dio Maravilla de todo esto?
- Yo hablé con Sergio una semana después de la pelea, porque necesitaba saber lo que había pasado. Me dijo que el primer golpe que recibió lo dejó mal y que no se acordaba nada. Lo sorprendieron con ese cross. Estaba falto de tiempo y distancia. Es una pena lo que le pasó a Sergio. Nadie se merece este final.