El diario de Río Cuarto "EL PUNTAL" publicó una nota de Luis Schlossberg a Roberto "Incho" Sosa que publicamos a continuación.
Con la presencia de jóvenes de toda la ciudad se llevó a cabo un gran entrenamiento de boxeo en el Ex Matadero dirigido por Roberto “Incho” Sosa, púgil de trayectoria internacional. El deportista compartió con los chicos su experiencia de vida y les brindó una clase con recomendaciones para practicar la disciplina.
El contacto se realizó con la visita de los chicos en el Ce.N.A.R.D., donde Sosa se encontraba entrenando. “Pensamos en que participaran de la entrada en calor y al final estuvieron todo el entrenamiento con nosotros. Justo ese día peleba (Omar) Narváez en el Luna Park y los invitamos a que fueran a verla”, explicó en diálogo con PUNTAL sobre el inicio de la relación con el centro del que ahora es padrino.
Se mantuvo el contacto entre el púgil y los integrantes del centro cultural, y a partir de ese encuentro los chicos pidieron la visita del “Incho” al Ex Matadero, proyecto que se concretó con el apoyo de la Subsecretaría de Desarrollo Social del Municipio. “Cuando estuve con ellos me bombardearon a preguntas”, aseguró Sosa.En el encuentro de ayer, chicos de todas las edades y de escuelitas que funcionan en centros de toda la ciudad, se acercaron a participar con mucho entusiasmo. En bici desde Ciudad Nueva o desde los límites del barrio Alberdi, se sumaron para compartir la actividad y aprender todo lo posible del boxeador que viene de pelear en Las Vegas (Estados Unidos).
- ¿Qué significa la posibilidad de compartir este momento con los chicos?
- Me pone muy contento, porque soy un boxeador que está en carrera y los reconocimientos e invitaciones suelen llegar a los que están retirados. La posibilidad de ser padrino del gimnasio y compartir esto con los pibes me motiva mucho, al igual que a ellos.
- ¿Qué se les puede transmitir a los chicos de su experiencia?
- Yo vengo de un pueblo chico (Canals), y les digo que si se proponen seguir en serio la carrera pueden conseguir lo que quieran. Llegar a estar en Las Vegas fue un sueño, nunca me imaginé que a través del boxeo podría estar allí, por lo que con el deporte se conocen nuevos lugares, se puede estar mejor económicamente, te permite conocer otra gente. Si los chicos se encierran en su cabeza van a seguir en la esquina, drogándose, y van a sólo dos caminos: a la cana o al cajón.
- Incluso hay que considerar todo lo que necesita la práctica de un deporte, de mantenerse bien físicamente y alejarse de las adicciones.
- Es todo un sacrificio. Uno de los chicos me preguntaba por cuánto tiempo entreno para una pelea, y le indiqué que recién ahora estoy frenado por una operación, normalmente descanso una o dos semanas como mucho y después retomo el entrenamiento. No es bueno estar parado, de a poco se va intensificando el trabajo.
“Los chicos se notaban contentos, que me escuchaban, hacían muchas preguntas, parecían periodistas siendo que eran muy jóvenes”, dijo Sosa sobre el encuentro con los chicos.
- ¿Ha tenido experiencias similares de trabajo con jóvenes como aquí?
- No, ni siquiera en mi pueblo. Esto es un mimo importante para mí, como para seguir trabajando en mi carrera.
- ¿Cómo fue el entrenamiento con los chicos?
- Junto a todos los chicos realizamos un entrenamiento, pensando en integrar a los diferentes grupos, algo que también suma. Antes había rivalidades y con este trabajo, primero comiendo juntos y después entrenando, se supera eso. Yo les decía que tenían que estar unidos, no pelearse entre ellos.
Entre otras indicaciones, en el diálogo con los jóvenes, el “Incho” habló de los cuidados que deben tener antes de las peleas. “Les indiqué a los chicos que se cuiden, que peleen con chicos de la misma edad y peso, porque son ellos los que suben al ring y a los que le pegan”, dijo y completó: “Los profesores se quedan abajo mirando y después se van a su casa sin golpes, pero a ellos les duelen después los golpes”.
- Uno de los valores que se destaca de un deporte como el boxeo es el de la disciplina fuera del ring, ¿es algo de lo que hablaron con los chicos?
- Sí, antes de empezar a boxear, a los 15 años, en el pueblo no me quería nadie porque peleaba mucho en la calle. Cuando comencé a entrenar me dijeron que el deporte se hacía para adentro del gimnasio, no para afuera, y así cambié mi forma de ver las cosas. Llegaba a mi casa re cansado a la noche y lo que menos quería era irme con los pibes a la esquina. Eso fue así hasta el día de hoy.
- ¿Cuánto significa el acompañamiento de la familia en estos procesos?
- Es algo que ayuda mucho. Adonde voy yo, trato de llevar a mi familia. Cuando perdí en Las Vegas me volví muy triste, y al bajar del avión las primeras caras que vi fueron las de mi esposa y mi hija. Son las que me acompañan en las buenas y en las malas.
"SERÍA BUENO PODER REPETIR ACTIVIDADES COMO ESTA"
Geremías es uno de los jóvenes que practica boxeo en el Ex Matadero y manifestó su alegría de poder estar participando de la actividad.
- ¿Qué significa para ustedes la posibilidad de entrenar con alguien del nivel de Sosa?
- Para nosotros es un montón que nos pueda entrenar y ojalá que se pueda repetir muchas veces más. Esperamos que pueda venir de nuevo o que nosotros podamos ir a Buenos Aires, eso también sería muy bueno para nosotros.
- ¿Qué es para ustedes este espacio en el Ex Matadero?
- Nosotros lo cuidamos mucho entre todos, para que los chicos no rompan los elementos de trabajo y que nadie saque nada.
- ¿Cómo se cuidan físicamente para poder boxear?
- Nos entrenamos todos los días y nos cuidamos hasta en las comidas.