El sitio web "SPORTLIFE" publicó la nota que reproducimos a continuación porque, aunque escrita desde España, describe claramente lo que ocurre en nuestro medio con la crisis de la Covid-19.
Vaya por delante que ahora mismo no hay nada más importante en nuestra sociedad que frenar el virus y proteger vidas. Pero dicho esto si que me gustaría dar mi opinión sobre cómo se está tratando al deporte, a los profesionales de la Actividad Física y a los eventos deportivos populares durante la crisis del coronavirus.
Lamentablemente al deporte se le ha puesto en un tercer nivel a mi modo de ver incomprensible. Parece que todo el mundo entiende que por la importancia económica hay que mover hoteles, bares, locales de ocio nocturno... Pero parece que detrás del deporte no hay nadie que viva de ello. También hay una industria en el mundo del deporte y además una industria que es fuente de salud, que potencia un estilo de vida que nos sube las defensas y que nos hace más resistentes ante este virus y ante muchas otras enfermedades. Se quejaban en Cataluña que de las primeras medidas ante los rebrotes ha sido cerrar los gimnasios, con cero casos de contagios y tras un gasto importante para aplicar los protocolos de seguridad, mientras se sigue consumiendo en los bares sin mascarilla.
Este fin de semana yo estuve participando en la marcha cicloturista de Miguel Indurain y leí unas decenas de comentarios en las redes sociales tachando a los organizadores poco menos que de “incitadores” a la propagación del virus y de insensatos a los que participamos. Os puedo asegurar que debe ser la actividad con menos riesgo de contagio que he hecho desde que terminó el confinamiento. Ir de compras seguramente tiene más. Con mascarilla en la salida, en los avituallamientos y en meta, con salidas de grupos de 150 personas (el máximo de participantes se había reducido a 1.000) con tu puesto marcado en el suelo para mantener la distancia social en la espera, y sin poder tocar nada en el avituallamiento (los voluntarios lo entregaban). Y entrabas en meta, una bolsa con el avituallamiento y para casa. Lo triste es que por la tarde/noche fuimos a pasear a Pamplona y pude ver gente tranquilamente sentada en la calle con su botellón y sin mascarilla. Luego si sale un brote en Pamplona será culpa de los ciclistas...
No defiendo yo que haya eventos deportivos multitudinarios en estas circunstancias, ni mucho menos, no es momento para ello al menos hasta dentro de bastantes meses, pero tampoco me parece justo que se prohíban todos sin atender al número de participantes y a si cumplen o no las condiciones de seguridad. Y más teniendo en cuenta los estudios que se van conociendo como el que indica que sólo el 1 % de los contagios se han dado en el exterior.
Creo que somos ciegos si no vemos una de las lecciones que nos ha dejado la Covid-19: sólo hay futuro para una sociedad más sana, con mejor nutrición, sin tabaco, más en forma. Por eso no entiendo que se siga viendo el deporte como parte del problema cuando forma parte de la solución, como parte de la vacuna que nos hará superar esta situación.
