El sitio web de "EL PERIÓDICO" de San Francisco publicó la entrevista a Candela Giménez, que reproducimos a continuación (Foto: Fabricio Llanes del mismo medio).
Candela Giménez se decidió hace una década a seguir sus sueños para desafiar a un mundo por entonces machista y cerrado como el del boxeo. Fue así que se convirtió en una boxeadora amateur. Pero todavía hoy continúa tratando de abrirse caminos y hacer su propia historia sobre el cuadrilátero, transformándose en deportista profesional en su disciplina.
Con el apoyo incondicional de su familia y a fuerza de innumerables sacrificios y una enorme perseverancia, la deportista de 25 años está decidida a pegar el salto y vivir de su pasión: los guantes.
Nacida en Villa Gesell (Buenos AIres), es hija de un matrimonio de trabajadores vinculados a la gastronomía -Oscar y Marta- que se encontraban haciendo temporada en la ciudad turística pero que, a los pocos días de su nacimiento y el de su hermana gemela, Valentina, regresaron todos a San Francisco.
Candela encontró su pasión por el boxeo a temprana edad. Cuando tenía 15 años comenzó a practicar deportes de contacto. “Siempre me gustó el deporte y empecé a hacer un poco de kickboxing, después empecé a entrenar en el gimnasio municipal, ya con la idea de ser boxeadora pero como tenía 15 no querían dejarme pelear. ‘Te vas a arruinar la cara’, ‘pensalo bien’, ‘vamos viendo’. Eran las cosas que me decían”, le cuenta a "El Periódico".
Algunos entrenadores la tenían a las vueltas hasta que la combativa Candela se plantó: “¿Me van a hacer pelear o no?”, recuerda que dijo en algún momento. Así plantó guardia.
La derivaron con Federico Brito, un entrenador que también estaba dando sus primeros pasos, con quien empezó a entrenar y así tuvo su debut amateur a los 19 en la localidad de Clucellas. Desde entonces no dejó de pelear. Aunque el arranque fue con una derrota, no desanimó a “Muñeca brava”, como la bautizaron. Al contrario, la motivó a seguir mejorando. Al presente ya contabiliza 26 peleas en diferentes categorías.
- ¿Con qué prejuicios te encontraste ante esta situación donde no te daban la posibilidad de pelear?
- Pasa que en la mayoría de los gimnasios de boxeo van chicas, pero todas iban para hacer boxeo recreativo, que te ayuda muchísimo como entrenamiento, pero ninguna buscaba como yo subirse al ring. Al ser la primera, pienso que se les complicaba a los entrenadores. Tuve que empezar a guantear con chicos, incluso hasta el día de hoy hago sparring con hombres.
- ¿Cómo es esa experiencia?
- Me ha pasado en algunos gimnasios que hay chicos que no les interesa que seas mujer y guantean con fuerza, me he comido alguna mano que dolió (sonríe). Pero Fede me hace guantear con chicos de mi peso, ellos son muy compañeros y sí, van a pegar obviamente, pero siempre tienen en claro que soy una chica.
- Después de 26 combates, ¿todavía recordás esa primera pelea?
- Sí, fue la peor que tuve y que siempre me acuerdo y la cuento. Quizás los nervios me jugaron en contra. Pasó también que tenía que vender entradas y mi mamá les vendió a todos los vecinos, a mis parientes y en mi primera pelea yo no quería que vaya nadie. Me acuerdo que peleé con una chica de Rafaela, era alta, grandota. Yo sentía adrenalina, pero no miedo y esa primera vez me incomodaba la gente, que era un montón. Perdí por puntos, pero fue un peleón, ya no sabía dónde más pegarle porque no sentía más las manos; ella se movía mucho y yo en ese tiempo estaba como muy quieta, miraba la gente y no sabía qué hacer; por eso siempre recuerdo esa pelea, para no repetir los errores.
- ¿Cómo te sentís siendo hoy la única representante del boxeo femenino local?
- Te genera una presión extra, porque al ser la única es como que tengo que hacer las cosas bien, represento a San Francisco, a mi ciudad, y para mí es súper importante.
EL APOYO FAMILIAR, EL TRABAJO Y LA CONEXIÓN CON SU HERMANA
Además de entrenar doble turno durante toda la semana, Candela también trabaja en la cocina del emprendimiento familiar, la rotisería “Las Gemelas”, ubicada en calle Libertad al 130.
Luego del entrenamiento de la tarde, la joven boxeadora ya se alista para pasar varias horas cocinando y confiesa que su especialidad son las empanadas. También los domingos trabaja en una brasería de la ciudad.
Consultada sobre la reacción de su familia ante la decisión de ser boxeadora, responde: “Mi mamá siempre me apoyó para que haga deportes, me llevaba a entrenar todos los días, pero cuando le dije lo del boxeo no le gustó. En cambio, mi papá sí me dijo que lo hiciera, los dos me acompañan mucho, aunque la que más lo sufre es mi mamá”.
- Me nace preguntarte si de chica eras peleadora...
- (Risas) Me pasó justamente que en la secundaria tuve que cambiarme varias veces de escuela por eso, no por mí sino por defender a mi hermana. Un día mi viejo nos dijo: ‘Ustedes dos son una, se tienen que defender pase lo que pase’. Así empecé a defenderla, en la escuela le decían cosas, empecé a pelear por mi hermana, nos ponían amonestaciones y así tuvimos que ir cambiando de escuelas.
- Está ese mito de la conexión entre las hermanas gemelas, ¿te pegan a vos y también le duele a ella?
- (Risas) La gente no lo cree, pero sí tenemos una conexión. Por ejemplo, ella está mal y a mí me duele la panza, o al revés ella tiene malestares de cabeza y la que andaba mal era yo. De hecho, cuando ella quedó embarazada, yo tuve vómitos y ella nunca, no sé por qué pero es algo que nos pasa. La conexión está, ahora no sé cómo se explica.
Además de esa conexión, el acompañamiento de las hermanas también es muy fuerte: “Me acompaña siempre a las peleas y si no puede, están sus mensajes, sus regalos, somos muy unidas”, admite, aunque confiesa: “Todos me preguntan por qué no hace boxeo ella también, pero no le gusta el deporte, en ese sentido somos el agua y el aceite”.
EL FUTURO
Tras varios percances, entre ellos falta de boxeadoras en la amplia región, contrincantes que no se presentan o no cuentan con las credenciales correspondientes, Candela tuvo que hacer el esfuerzo de resignar varios kilos y apostar a una categoría más baja -de hasta 52 kilogramos- para continuar compitiendo. En el futuro busca peleas en ciudades más importantes, con el objetivo de llegar al ansiado sueño de ser profesional.
“Me viene pasando seguido, las tres últimas veces que me iba a presentar por problemas de licencias, o que la chica no da el peso, o a último momento se bajan, que se cae la pelea. Eso te bajonea un poco, es difícil porque te lo dicen a pocas horas y una se preparó todo un mes”, relata.
Por eso, la púgil junto a su entrenador están en la búsqueda de nuevos desafíos, en sumar más peleas y apostar a ser profesional el próximo año. En ese aspecto, no descarta tener que viajar o residir en grandes ciudades como Córdoba o Buenos Aires para seguir su sueño.
“La gente quiere ver peleas de chicas -explica Candela-, es algo distinto. Es más, las boxeadoras siempre se buscan pegar más, son re competitivas. Por ahí, las peleas de hombres son más técnicas, más medidos, se estudian un poco más y las chicas tienen eso de ir más al frente. Yo soy así, no de esperar lo que haga mi rival, por mi altura y mi estilo soy de mantenerme en el centro del ring para atacar mucho”.
- ¿Qué le dirías a otras chicas que por ahí tienen ciertos prejuicios con el boxeo, que no se animan?
- A las chicas que no se animen les diría que empiecen, que te cambia todo. Sé que es difícil porque también la pasé. Es un entrenamiento intenso que te ayuda a dejar todas las cosas en un segundo plano y sos vos tratando de superarte. Además hay un lindo compañerismo que ayuda un montón y además estaría muy bueno tener a otra chica que empiece a boxear, sería bárbaro para la ciudad.
“PULIENDO COSAS”
Federico Brito, actual entrenador de Candela, se refirió a los trabajos que realiza con la boxeadora y a la posibilidad firme de saltar al profesionalismo. “Venimos trabajando de la misma forma que lo hacemos con los hombres, tanto en la parte física como técnica, no hacemos diferencia en ese sentido. Sí hablo mucho con ella en mantenerla fuerte mentalmente para lo que se viene”, dijo.
Y agregó luego: “Candela tiene muy buena línea de boxeo, estamos puliendo un par de cosas que para saltar al profesionalismo son necesarias y básicas”.
RECONOCIMIENTO
El pasado 9 de junio, Candela recibió una de las 40 becas que se entregaron a deportistas locales en el marco del “Programa Municipal de Becas de apoyo al deportista amateur de deportes individuales olímpicos”.
“Fue súper importante para mí, es una ayuda y todo sirve, con todo lo caro que sale mantener los elementos que utilizamos y es un reconocimiento al esfuerzo, por eso le agradezco al intendente Bernarte y a Juan Iturburu, por tenerme presente”, declaró.