"EL DIARIO DE LA REPÚBLICA", de San Luis, publicó la nota a Claudio Echegaray, que reproducimos a continuación (Foto del mismo medio).
Claudio Fernando Echegaray, “El Serpiente”, en el mundo del deporte de los puños, es un boxeador peso pluma nacido en el barrio El Lince de la capital de San Luis y es uno de los púgiles de más proyección a futuro en el boxeo nacional.
En su corta carrera profesional donde se mantiene invicto después de 21 contiendas, con diez nocaut, un empate y diez peleas ganadas por puntos, tiene tres coronas latinas en dos categorías diferentes y en dos organizaciones mundialmente reconocidas. Y va por más.
El boxeador puntano radicado en Córdoba hizo los primeros palotes del boxeo en el "Pablo Zorrilla" de Sociedad Española y se formó técnicamente en la capital mediterránea, en el gimnasio "Don Bosco" bajo las órdenes de César Coronel quien lo cuida, lo entrena y le maneja su ascendente carrera donde luce orgulloso los cinturones de Campeón Latino de la W.B.A.-Fedebol, título logrado en diciembre de 2014 en Sociedad Española de San Luis y Campeón Latino Plata en categoría Gallo del Consejo Mundial de Boxeo (C.M.B.) y campeón Latino Súper Gallo de la misma entidad.
Claudio o “Serpy” como le dicen en la calle es un chico parco, callado, ensimismado, no muy amante a las luces de la fama, de perfil bajo y por si fuera poco, muy apegado a su hogar que comparte con Viviana Herrera, nieta del legendario boxeador sanluiseño “El Come Clavo” Herrera y su pequeña hija de tres años, Victoria Nair.
El niño que a gritos pedía un lugar donde aprender a boxear, encontró en el ex púgil Daniel Carriqueo, hoy un entrenador sanluiseño que atendía el gimnasio de Sociedad Española de San Luis, una mano salvadora. "Le fui claro de entrada, como a mí me gusta, le dije ‘quiero ser boxeador pero no tengo plata para pagarle su enseñanza’, Carriqueo me tomó como su ayudante, tenía que limpiar el gimnasio, barrer, regar, limpiar los guantes, preparar las vendas, ordenar el vestuario y tener todo listo para cuando llegaran los amateurs”.
“A los pocos días, Carriqueo comenzaba a enseñarme los primeros pasos en el boxeo y al año hice mi primera pelea, gané por nocaut, tenía 16 años. Hice 7 peleas con él y después me fui a Córdoba”.
Hoy su ex entrenador dice: “Cuando comenzó conmigo pesaba unos 45 kilos era muy flaquito, me ayudaba en el gimnasio a cambio de que yo le enseñara a boxear. Lo hice debutar frente Leonardo Román de Villa Mercedes a quien le ganó por nocaut".
"Hizo un par de peleas hasta que se fracturó un dedo cuando "guanteábamos" me pegó un golpe en el codo, tal vez una venda floja hizo el resto. Se 'paró' un tiempo para recuperarse mientras yo lo había recomendado a César Coronel. En ese tiempo, le puse de apelativo 'El Serpiente' porque me gustaba como sacaba la mano zurda". Dice orgulloso Carriqueo.
En diciembre de 2009 el sanluiseño se radicó en Córdoba, había llegado a probar suerte. "En mi provincia había poco boxeo, Carriqueo me había pasado el número de teléfono de César Coronel, le mandé un mensajito: 'Soy Claudio Echegaray de San Luis, y quiero boxear, a los pocos días empecé con él en el Centro Vecinal Don Bosco de Córdoba, -donde vivo con mi señora y mi hija-, recuerdo que vivía en el barrio Alberdi, detrás del Hospital Clínicas".
"Coronel me llevó a su gimnasio y yo ponía todo para poder quedarme". (El entrenador confió en las cualidades de Echegaray, a tal punto que en su casa le construyó una habitación donde vivió mucho tiempo). "Sufrí mucho el desarraigo, mi madre y mis hermanos viven en San Luis y cuesta un montón separar los afectos, pero yo le estoy muy agradecido a Coronel y su familia". Señala.
Claudio Fernando Echegaray se define como un boxeador que trabaja en media y larga distancia donde se trata de adaptar al estilo del rival. Se considera un profesional de mano pesada para la categoría, aprovecha los errores del rival sin importarle quién está en frente.
“Serpy” es un luchador incansable arriba del ring y deja todo su esfuerzo por un triunfo sin descuidar el espectáculo. Dice que no quiere quemar etapa de su vida, que sabe de la actualidad boxística de su provincia natal y del país que espera que la gente lo conozca un poco más. “Quiero que confíen en mí y en mi boxeo, nunca los voy defraudar, no es mi estilo”. Señaló vía telefónica.
Claudio Fernando Echegaray debutó como profesional el 8 de diciembre de 2012 en el complejo polideportivo "El Quincho", en La Rioja frente a Juan Manuel Juárez, ganándole por nocaut. Su última pelea fue en el Toro Club Social y Deportivo de Coronel Moldes frente al oriundo de Tres Arroyos Jeremías Javier "El Gaucho" Urribarre, reteniendo el título Latino Súper Gallo del Consejo Mundial de Boxeo (C.M.B.).
Pero para llegar a lucir esas coronas pasaron muchas horas de entrenamientos y varios round a tome y daca. El 12 de diciembre de 2014, “El Serpiente” tuvo su noche más gloriosa de su carrera boxística. Logró el título de campeón Latino de la categoría Pluma frente al bonaerense Ernesto “Tito” Franzolini en una velada espectacular. “Esa noche fue una noche redonda, todo el mundo se fue contento porque vio un buen espectáculo y muy bien organizado”.
El 22 de abril de 2016, conquistó la corona Latino Plata de peso Gallo al vencer a Alejandro Elías Gaspar en el Ave Fénix de San Luis. Y en La Pedrera de Villa Mercedes, el pasado primero de julio se alzaba con el titulo Latino Súper Gallo del Consejo Mundial de Boxeo (C.M.B.) al vencer a Diego Ricardo Santillán.
Claudio dice: "Como amateur hice más de 85 peleas y como profesional estoy invicto en 21 peleas, gané diez por nocaut, empaté una y vencí en diez por puntos.
Creo que todavía no hice techo en mi carrera, siempre quiero más. Sé que es una categoría con muy buenos boxeadores pero me tengo toda la fe del mundo. El técnico me exige y yo pongo todo para seguir subiendo lo más alto que pueda. Todas las peleas son difíciles y distintas, Santillán y Gaspar fueron duros rivales pero el título que más disfruté fue el que gané en San Luis frente a Ernesto 'Tito' Franzolini".
Sabe que le queda mucho camino por recorrer. Su conducta en el gimnasio y esa pegada justo son los caballitos de batalla que tiene para llegar más lejos. No se la cree. Va paso a paso. Con trabajo y humildad, a la corta o a la larga los resultados llegan.