Un protector bucal es un elemento flexible hecho de ethyl vinyl acetato que se usa en el boxeo para proteger la boca y otras partes del cuerpo de un posible trauma.
Aunque el protector bucal tiene como función específica proteger la boca, no sólo protege esta parte del cuerpo, protege también los huesos de la cara ya que debido al espesor que tiene hace que la mandíbula esté un poco alejada de la base del cráneo, por eso protege la columna también.
El protector bucal ayuda a proteger también el cuello y el cerebro, ya que cuando se golpea o se recibe un impacto, se genera una onda que viaja desde la superficie de impacto hasta la parte posterior de la cabeza, generando así fuertes vibraciones en el cerebro que lo hacen golpear contra la parte posterior del cráneo. Con el protector bucal, esa onda se amortigua, se detiene en la mandíbula sin llegar hasta el cerebro, evitando así lesiones a largo plazo.
¿Cómo debo moldear mi protector bucal?
Es muy sencillo, lo meten en agua hirviendo por 15 segundos , (no más que eso porque se puede derretir) una vez pasados los 15 segundos exactos, los sacan con unas pinzas y se lo meten a la boca, se lo ponen y con las yemas de los dedos van presionando hacia arriba y hacia adentro de los dientes hasta que se adapte a la forma de la boca. Si una vez terminado este proceso no quedan satisfechos con el resultado, pueden repetirlo nuevamente.
¿Cuándo debo usar un protector bucal?
Un protector bucal, debería usarse durante todas las actividades que impliquen una gran posibilidad de contacto físico o colisión potencial con otra persona o el suelo. Se recomienda usar el protector bucal no solo en los combates sino también durante el entrenamiento. Existen en el mercado diferentes tipos de protectores, sencillos, dobles, transparentes, con diseños personalizados, hechos a la medida etc…, pero lo más importante es que se sientan cómodos, que se adapten bien a la forma de la boca y se aferren a ella.
¿Qué lesiones previene el protector bucal?
Algunas de las lesiones que se pueden presentar por no usar el protector bucal adecuadamente:
Fractura dental, avulsión dental o desplazados de su alvéolo.
Laceraciones en los labios, las mejillas y el mentón.
Fracturas de los huesos faciales, especialmente los huesos de la mandíbula ya que pueden causar deformidad facial.
Daño permanente a la articulación de la mandíbula.
Conmociones y hemorragias cerebrales.
Incidentes de pérdida de la consciencia.
Lesiones en el cuello, ya que este tipo de aparatos ayudan a evitar situaciones en que la mandíbula inferior impacte con el maxilar superior.
Es importante recordar que el uso del protector bucal también aumenta la capacidad respiratoria, la resistencia y el estado físico en general.