El matutino local "La Mañana de Córdoba" publicó hoy en su versión digital una nota de Gabriel Silva al representante olímpico argentino, el cordobés Alberto Melián, que reproducimos a continuación.
Alberto Melián jugaba al fútbol con condiciones pero se rebeló, se calzó los guantes y hoy está dentro de los 137 deportistas argentinos que competirán en Londres.
“Dejaba la pelota y me iba a ‘guantear’”, le confió a PODIO.
Eran las 19.03 del martes pasado y el teléfono de PODIO marcó el número de un cordobés que empieza con 011. Suena un rato, se atiende y ante el ruido de fondo, el interlocutor se confiesa: “No te escucho bien, estoy en Casa Rosada con la Presidenta, pero llamame en un rato, no hay problema”. El dueño de la frase es Alberto Melián, el boxeador cordobés que estará representando al país en Londres 2012 y que se encontraba en la despedida que la mandataria le realizó a los olímpicos argentinos.
Hora y media más tarde, se cumple la promesa y el nacido en Villa Dolores atiende su celular: “Estuvo todo muy bonito, muy bien organizado. Nos pasaron a buscar con una combi por el Ce.N.A.R.D. y acá nos juntamos con Las Leonas”. Melián no sale del asombro que le provocó haber estado en la Casa de Gobierno nacional: “Me pude sacar una foto con la Presidenta y ya la subí al Facebook”, agrega con el entusiasmo de un adolescente.
“Nací en Dolores, mi papá es de allá, pero hace 12 años nos vinimos todos acá porque mi ‘viejo (Jorge)’ era boxeador así que nos instalamos en La Paternal”, comenta acerca de la situación que lo llevó a emigrar a la gran metrópolis cuando tenía sólo 10 años. El padre de Alberto es aquel que en 1991 tuvo la chance de pelear con el mexicano Julio César Chávez y perdió por nocaut; por lo tanto conoce el sacrificio y lo injusto que resultan los guantes. Y tal vez sea por eso que junto a su mujer, Stella Maris, no querían el mismo destino para su hijo. “Ellos querían que yo jugara al fútbol y lo hice en tres clubes Ferro, Argentinos (del que soy hincha) y All Boys. Jugaba por izquierda, pero dejaba la pelota y me iba a ‘guantear’. A mí me gustaba más el boxeo, hasta que me rebelé y decidí dedicarme a esto”, cuenta Alberto. Y agrega: “Me dieron 10 peleas, si me iba bien seguía. Por suerte me fue bien y acá estamos; hoy ellos están buscando la forma de viajar a Londres para apoyarme, y eso es algo que me llena de orgullo”.
El clasificado en la categoría hasta 56 kg. para la cita olímpica, mira para atrás y se acuerda cuál era su situación en la previa de Beijing 2008: “Me acuerdo que lo miré por ‘tele’ y así seguía a Ezequiel Maderna, que había trabajado conmigo. Cuando él se fue al Preolímpico de Guatemala yo no pude viajar por un problema en el pasaporte. Pero no me desmotivé y seguí”. Por último, piensa en una foto con “Liu Song porque sentí su emoción con la medalla en Guadalajara; o con Luciana Aymar o ‘Manu’ (Ginóbili)”. Aunque rápido se apresura en asegurar “estoy enfocado en la competencia, que es lo más importante de todo”.