lunes, 28 de marzo de 2011

SANTOS "FALUCHO" LACIAR A 30 AÑOS DE SOWETO


Santos Benigno Laciar nació el 31 de enero de 1959 en Huinca Renancó, Provincia de Córdoba. Conocido popularmente como "Falucho", es indudablemente el mas destacado boxeador cordobés de la historia.
Se consagró campeón de la Asociación Mundial de Boxeo en la categoría mosca en 1981, 1982-1985 y categoría supermosca del Consejo Mundial de Boxeo en 1987-1988.
El 3 de diciembre de 1976 fue la primer llegada al cuadrilátero profesional de Santos Laciar para enfrentar, en su localidad natal, a Carlos Maliene. Se caracterizó por su fuerte y privilegiado físico para la categoría peso mosca, y sumó a sus créditos profesionales la coronación mundial en la categoría de los supermoscas.
El 28 de marzo de 1981, Falucho venció por nocaut en el séptimo round al sudafricano Peter Mathebula en Soweto, Sudáfrica, obteniendo su primer campeonato mundial. Así fue la realidad, cuentan que se equivocaron en Sudáfrica cuando lo eligieron como retador de Peter Mathebula. Soweto era un polvorín racista (Mandela estaba preso y amordazado). A pleno sol y a cielo abierto, “Falucho” se empeñó en poner horizontal al campeón hasta la séptima vuelta y con 22 años se traía el cinturón a Córdoba.
El 6 de junio de 1981, perdió el título en Argentina contra el panameño Luis Ibarra en 15 episodios arrasadores donde prevaleció la mejor técnica.
El primero de mayo de 1982, noqueó en México a Juan Herrera en el décimotercer asalto para recobrar la corona mundial del peso mosca de la A.M.B. Esta segunda coronación la puso en juego 9 veces con resultados positivos, y la abandonó para competir en la categoría superior de los supermoscas, la de 115 libras.
El 16 de mayo de 1987, en Reims, Francia, conquistó el título mundial Supermosca, versión C.M.B., al derrotar a Gilberto Román por KO en la vuelta 11, título que resignó en su primer defensa en 1988 ante el colombiano Sugar Baby Rojas, que en Miami lo superó por puntos.
En total realizó 17 combates por títulos mundiales, con 14 victorias y 3 derrotas. Se retiró en 1990 con un récord de 79 triunfos, (30 por KO), 10 empates, 10 derrotas y 2 sin decisión. Obtuvo en tres años consecutivos, 1982, 1983 y 1984 el Olimpia de Oro, distinción otorgada por el Círculo de Periodistas Deportivos de la República Argentina, algo no repetido por ningún deportista de nuestro país.
Hoy, a tres décadas de la hazaña de Soweto, a modo de homenaje a nuestro campeón y amigo, "Falucho", reproducimos un artículo escrito hace cinco años por Carlos Losauro y publicado en "La Nación".

Ataca Laciar y se derrumba Mathebula, en Soweto. Foto Archivo

Llegó a Johannesburgo con un bolso con ropa deportiva y otro, no muy grande -diría similar-, con un pantalón, una camisa y un saco; nada más. Le sobraba, por todas partes, la ilusión del muchacho del interior que había salido de Huinca Renancó con la única referencia que parecía lejana: Carlos Monzón, como ídolo y campeón de boxeo. Viajé y compartí con Santos Benigno Laciar la pureza del sueño de un joven de 22 años, que había dejado en muy pocas ocasiones su pueblo cordobés, donde nació el 31 de enero de 1959.
En la primera semana, el inolvidable Juan Carlos Lectoure le dio forma a una misión imposible: ganarle en su propia casa al sudafricano Peter Mathebula, el campeón; no es un juego de palabras: la pelea por la corona de los moscas de la A.M.B. se hizo en una cancha de fútbol en el corazón de Soweto, el gueto negro ubicado en las afueras de Johannesburgo, en los cimientos del apartheid; todavía con toque de queda a las seis de la tarde para que los negros dejasen la gran ciudad y volviesen a su refugio, con estrictas y duras penas para aquellos que las transgredieran.
Falucho -le gustaba que así lo llamasen- no estaba muy convencido de su objetivo; en los primeros días había caído en el desencanto y un hombre providencial le cambió el espíritu y el semblante: el médico Roberto Paladino, siempre junto con Lectoure y las empresas mundiales de los boxeadores.
Aquel sábado por la tarde, con sol, ardía el Orlando Stadium, algo así como la cancha de Defensores de Belgrano, con arcos y todo; el ring en el medio y las tribunas repletas; nadie quería perderse a su par, un negro campeón mundial. El gobierno sudafricano, que en aquel entonces tenía a Marais Viljoen como presidente, había armado su propia propaganda: demostrarle al mundo que el trato con los negros era el mejor del planeta.
Laciar infló el pecho y apabulló a Mathebula; lo derribó una y otra vez, lo sacó del ring; lo volvieron a ubicar al sudafricano entre las cuerdas y el árbitro norteamericano, Stanley Berg, no tuvo más remedio: paró el combate en el séptimo asalto. Aquella demora en ponerle fin a tan desigual lucha no fue casual: se esperó que Mathebula estuviese vencido para que sus pares negros -la mayoría en el estadio- no lo viesen derrotado sin haber dejado el último esfuerzo en el ring y evitar -en caso contrario- una reacción de protesta en masa.
El regreso a Johannesburgo fue en un viejo colectivo escolar con una fuerte protección policial, que atravesó las angostas calles de Soweto envueltas en el silencio del crepúsculo y la tristeza de la derrota del muchacho negro que dejó su alma en el ring; su gente lloraba en el costado de las calles; en ese ómnibus iba Laciar, un blanco más que, para ellos, les había robado otra ilusión...


LACIAR RECIBIÓ LA DISTINCIÓN "BRIG. JUAN BAUTISTA BUSTOS"


Hoy, en el Salón de Usos Múltiples (S.U.M.) de la Casa de de Gobierno, el Gobernador de la Provincia de Córdoba, Cr. Juan Schiaretti y el Vice Héctor Campana, hicieron entrega a Santos Benigno Laciar de la distinción "Brigadier Juan Bautista Bustos", al cumplirse el treinta aniversario de su primer coronación.
El galardón Juan Bautista Bustos es una distinción que entrega el gobernador desde 2010, año del Bicentenario de la Patria, a personalidades cordobesas reconocidas a lo largo de la historia. La distinción coincide con los ideales de quien fuera el primer gobernador constitucional de Córdoba, héroe de la lucha de la independencia nacional y férreo defensor del federalismo y de los derechos del interior.
La Federación Cordobesa de Box hizo extensiva a la comunidad del Boxeo de Córdoba la invitación recibida a la ceremonia y compartió el festejo por la distinción que recibió nuestro campeón, a quien oportunamente el Círculo de Periodistas Deportivos de Córdoba declarara nada menos que como el mejor deportista cordobés del Siglo XX.