El sitio web "EXPRESIÓN NORTE" publicó la nota a Romina Núñez Melgar cuyos conceptos principales reproducimos a continuación.
El pasado fin de semana, Romina “La Guerrera” Núñez Melgar obtuvo el título provincial de boxeo cordobes luego de vencer a la oriunda de Carlos Paz, Laura Gigena. Melgar se entrenaba bajo las órdenes de Diego Sívori en el gimnasio “El Aguante”, de barrio Los Paraísos, el cuál albergó grandes figuras del boxeo local.
La pelea se disputó en Reducción, localidad ubicada cerca de Juárez Celman, por la categoría de 57 a 60 Kilogramos. Núñez Melgar implementó una técnica diseñada junto a su entrenador basada en golpes efectivos y esquivar el contra golpe, ofreciéndole al espectador “el arte de pegar y que no te peguen”, según Romina.
“Ganar este título es un orgullo inmenso, siempre lo quise ganar. Y cuando vine a vivir a Córdoba, quedé enamorada de la ciudad. Desde que empecé a trabajar con Diego, nuestro objetivo principal fue ganar”, contó Romina Núñez Melgar, quién también fue campeona bonaerense, luego de vencer a Nicoles Morales en el año 2014.
El camino para llegar al título no fue nada fácil, ya que desde diciembre del año 2020 está viviendo sola en Córdoba. “Los primeros meses al no tener con quien compartir tus vivencias, o alguna compañía para hablar, fueron duros”, se lamenta Romina, quién además destaca que “la soledad muchas veces también se sintió sobre todo al momento de las concentraciones y las dietas, las cuales te hacen oscilar en tu estado de ánimo”.
SUPERACIÓN CONSTANTE
“La Guerrera” cuenta con el apoyo de Diego Sivori y Juan Torres, su preparador físico, el cual vive en Australia, desempeñándose en la selección australiana de boxeo. Ambos guían el camino de Romina hacia los desafíos que se proponga, mientras que ella oficia de nutricionista, ya que estudió la profesión durante años y “siempre llego fuerte a las peleas, sin necesidad de deshidratación”.
Respecto a la pelea con Laura Gigena, Romina destacó: “El primer y segundo round fueron parejos, es ahí donde me di cuenta que podía ganar, ya que solo faltaban dos y estaba perfectamente de aire. La pelea se fue dando como lo planeé, mostrando lo estético del boxeo y yendo al choque”. El combate se disputó a 4 rounds, con una duración de dos minutos cada uno.
Romina es oriunda de Perú, ya que su papá es de allá y su mamá es de Córdoba. En su periodo escolar sufrió constante bullying debido a su ascendecia y acento: “No se querían sentar conmigo en la escuela y me elegían última en las clases de gimnasia. Hasta que me vieron jugar, siempre fui buena en los deportes. Con eso empecé a integrarme pero siempre fui vergonzosa y solo lloraba cuando me insultaban o me hacían de lado”.
“El mejor consejo que le puedo dar a un niño con problemas de bullying, es que vaya al club, que haga cualquier deporte. Ahí van a encontrar un grupo de amigos, compañeros, y sobre todo, alguien incondicional que va a ser tu técnico, esa persona que va a estar siempre en las buenas y en las malas”, afirma Romina.
BOXEO COMO FORMA DE VIVIR
El pugilismo le otorgó disciplina y confianza a Romina, dandole la posibilidad de tener una profesión, salir de la calle y poder vivir del deporte. “Acá no se trata de superar o ganar a otro, se trata de superarme yo misma”, es el lema de “La Guerrera”.
