lunes, 8 de noviembre de 2021

ARIEL BRACAMONTE: "GANAR EL TÍTULO ES UN PREMIO AL ESFUERZO QUE HICE"


El suplemento "MUNDO D" del diario "LA VOZ DEL INTERIOR" publicó la nota de María Eugenia Mastri a Ariel "Chiquito" Bracamonte, que reproducimos a continuación (Foto: Ariel Bracamonte).
El boxeador radicado en La Cumbre se consagró campeón sudamericano de los pesados al vencer al mendocino Alejandro Arias. Está “feliz” y valora poder disfrutarlo con sus seres queridos.
De noche trabaja en un frigorífico; de día, en una carpintería. En el medio mete tres o cuatro entrenamientos y el fin de semana le puso un moño a tanto esfuerzo. O un cinturón en realidad. Es que Ariel “Chiquito” Bracamonte se consagró campeón sudamericano de los pesados al vencer al mendocino Jorge Alejandro Arias por nocaut técnico en el sexto round.
En José C. Paz, a sólo 26 kilómetros de su San Martín natal, “Chiquito” alcanzó el título más importante de su carrera y está “feliz”. Por eso transitó los 765 que lo separaban de La Cumbre a pura sonrisa. Él “no cambia Córdoba por nada”, y hasta la pintoresca localidad de Punilla regresó para celebrar con sus seres queridos.
“Después de la pelea se disfruta, porque haber podido conseguir el título y disfrutar con mi familia y los seres queridos en lo más importante. Estoy feliz por haber ganado el cinturón”, le dijo el flamante campeón a "Mundo D".
Bracamonte, de 28 años, quedó con un récord de 11 victorias (6 KO) y 6 derrotas, en tanto que Arias, de 27 años, ostenta ahora una foja de 10 triunfos (4 KO), tres derrotas y un empate.
Los Bracamonte se instalaron en La Cumbre cuando Ariel sólo tenía 4 años, después de haber sufrido un “asalto grande” en San Martín.
A los 20, “Chiquito” empezó a boxear y después de cuatro años en el amateurismo se hizo profesional. Se consagró campeón cordobés y argentino en ambas ramas del pugilismo y ahora sumó un preciado trofeo a su cuenta personal.
“En el ring me sentí bien”, asegura Ariel y revela su estrategia: “Quería saber cómo estaba mi rival y por eso en el primer round lo fui a buscar. Sabía que no pegaba tan fuerte así que lo aguanté, hice que haga el desgaste él para yo poder contragolpear y poner las manos más fuertes”.
“Ganar el título es un premio al esfuerzo que hice para poder llegar a donde estoy. Entreno todos los días y tengo dos trabajos para estar bien, porque no se puede vivir solamente del boxeo”, cuenta “Chiquito”, que a su labor en un frigorífico por las noches le suma horas durante el día en la carpintería de su papá.
Ahora, el flamante campeón va a pisar el freno. “Capaz que vuelva en febrero a pelar porque quiero prepararme muy bien físicamente. Lo necesito. Tengo varios kilos de más y quiero arrancar bien el año que viene para pelear afuera y meter varios batacazos”, sueña. Y ojalá lo cumpla.