El sitio web "BOXEADORAS ARGENTINAS" publicó la nota de Yésica Palmetta a Juliana Basualdo que reproducimos a continuación (Foto del mismo medio).
La noticia de que una de nuestras mejores representantes del boxeo femenino volverá al ring, entusiasmó bastante. Y por supuesto, con solo decir el apodo uno ya sabe. Yesica Bopp, la “Tuti”, lleva dos años y dos meses sin pelear, pero como siempre la solemos ver en sus redes sociales, se mantiene en movimiento.
Este viernes 17 de septiembre se presentará en el Centro Provincial de Alto Rendimiento Deportivo de Posadas en la provincia de Misiones donde se medirá frente a la santafesina radicada en Córdoba Juliana la “Profeta” Basualdo.
De Bopp ya conocemos prácticamente todo su historial: los grandes logros amateur y sus 37 peleas en el campo rentado. Pero ¿Quién es Juliana Basualdo? Este año logró llamar la atención de los aficionados del boxeo por ganarle a la cordobesa Florencia Juárez en la categoría súper gallo el 8 de mayo en Mar del Plata. Una gran batalla por parte de ambas púgiles que brindaron espectáculo. Además, en diciembre de 2020 logró un claro triunfo ante la boxeadora en ascenso Micaela Sarfati.
La revancha con Juárez para ella fue algo importante después de haber caído por nocaut en Huracán. De aquella derrota, Basualdo argumentó no haberse sentido en sus mejores condiciones y por ello anhelaba concretar ese desquite, al igual que le gustaría hacerlo con Carla Anyelen Merino.
Basualdo nos contó que iba a pelear por el título sudamericano gallo justo en la fecha que peleará con la “Tuti”, pero al dar positivo de COVID-19 y ser dada de alta recién el 27 de agosto, aquel primer compromiso quedó suspendido. Fue entonces que llegó esta nueva propuesta para pelear con la campeona del mundo minimosca. El combate se anunció en la división gallo (53,524 kg.), una categoría cómoda para Basualdo y una en la que nunca hemos visto pelear a Bopp de modo formal.
La “Profeta”, tal como la llaman, recuerda con alegría la etapa como amateur. Uno de los pleitos que más atesora fue aquel frente a la hoy olímpica Dayana Sánchez cuando Basualdo sólo contaba con 14 combates. Al igual que rememoró como las “súper peleas” los choques contra Nazarena “Capricho” Romero.
Leonardo Rivera, es el entrenador del gimnasio Alcides Rivera de Villa María, en Córdoba, y quien está a cargo de toda la preparación de Juliana desde hace unos cuantos años. Además, ella empezó a trabajar con un kinesiólogo las últimas dos semanas para atender un tendón inflamado en la muñeca, pero que por suerte no le impide continuar con sus entrenamientos. En torno al tema del acondicionamiento físico, Juli agregó que se recibió hace dos años como entrenadora personal para contar con una salida laboral, y ello la ayudó, le brindó herramientas, para poder complementarse con su entrenador Rivera.
A pocos días de vivir la contienda más importante de su joven camino profesional, Juli evoca momentos de su vida que la han traído hasta el presente: “Mi preadolescencia fue complicada. Tuve un problema que me llevó a la rebeldía y así fue como caí en las drogas varios años. Compartí muchos años con mi primera pareja, padre de mi primer hijo, quien me agredía física y verbalmente. Sufrí de su violencia hasta que un día él viajó a Rosario y decidí escaparme para volver con mi madre. Ahí fue cuando empecé con el boxeo, pero seguía involucrada en el tema de la adicción, en menor medida, pero no podía salir. A los dos años conozco una persona en ese ambiente, que también era adicto, y que a finales de 2015 me apuñaló el brazo izquierdo. Ya era boxeadora amateur y esa situación me tuvo parada 6 meses. Tras todo ello, un día viendo a mis dos hijos tomé la decisión de que tenía que rehabilitarme en el gimnasio y salir de la droga como sea para enfocarme en el boxeo y mis hijos”, contó Basualdo con orgullo por haber alcanzado la determinación suficiente para salir adelante.
Agradecida, continuó: “Siempre de la mano de Dios que fue quien me puso el boxeo en mi vida. Si me preguntan qué es el boxeo para mí, aparte de mi pasión y que lo amo, fue lo que me salvó, el que me dio otra oportunidad, porque hoy no sé dónde estaría de no ser así”.
Bajo el lazo confirmado con el noble arte, Julieta se dispuso a encontrar un camino diferente para sanarse: “Empecé a entrenar y entrenar. Nadie daba nada por la drogadicta. Viajaba a dedo a Córdoba para entrenar con la selección cordobesa y poder competir en los nacionales. En mi novena pelea amateur gané mi primer título. Luego vinieron dos más y tres campeonatos. Me aferré a Dios, luché conmigo misma y salí. Al tiempo, me casé y estuvimos tres años juntos, pero no pudo seguirme el ritmo que llevaba. La vida del deportista es muy diferente. Además, tengo dos hijos de soltera y son mi prioridad”.
Tras aquel período de transformación, de superarse a si misma y dejar atrás los dolores de la infancia y la decepción de amores que no supieron quererla de manera saludable, Juliana la “Profeta” Basualdo, está enfocada en la crianza de sus hijos, lejos de ese pueblo donde vivió tantas tristezas. Hoy, instalada en Villa María siente que logró ser otra persona: “La profesional, la que vive en el gimnasio, la mamá soltera que trabaja todo el día y entrena. Siempre con mi cabeza en la meta de ser campeona del mundo, por mis hijos, por mi y por los que creen en mi. Porque Dios me sacó del calvario y me levantó. Donde estoy ahora, es algo de no creer”. Luego de compartir parte de su historia con Boxeadoras Argentinas, Basualdo expresó que “Es un honor subir al ring ante una boxeadora como Yesica Bopp, a quien veía en la tele antes de boxear y era mi ídola. Imagínense lo que siento. Son pruebas que uno tiene que pasar y me siento lista. Porque para ser la mejor hay que pelear con las mejores”. Este combate será mucho más que una pelea para Juliana Basualdo que llegará a Misiones con 4 triunfos profesionales y solo 2 reveses.