lunes, 2 de diciembre de 2013

CÉSAR VÉLEZ: "Fue una Buena Pelea, Tendrán que Hacer una Segunda"


El sitio web "CAMPEONES EN EL RING" publicó la nota de Domingo Rafaelli, Damián Pellecchia y Emanuel Tocco a César Vélez, que reproducimos a continuación.

Sereno, aunque con cierto aire de frustración, César Vélez se prestó a una amena charla con Campeones en el Ring, tras la derrota sufrida ante Ricardo Villalba el pasado sábado 30 de noviembre. Más allá del revés, el nacido en Necochea brindó una actuación digna de ver, donde jamás dio un paso atrás y fue a todo o nada. Así lo explicó él:
- “Yo le tiraba a matar, soy de los que se la juegan. Yo me entrego, todas las manos que tiraba las tiraba con alma y vida”.
Respecto a un arranque en el que se lo vio desbordado por su rival, Vélez comentó que todo era parte de la estrategia diseñada con su equipo: “Yo lo había estudiado bien, había visto todas sus pelas (…) salimos tranqui porque eran diez rounds y sabíamos que él en el último minuto siempre se quedaba, entonces ahí íbamos a ponernos a laburar nosotros, en la última parte de los rounds”.
En el análisis concreto de las acciones, quien resultara perdedor destacó que buscó “trabajar sobre los errores” de su oponente, pero que al ser parecidos, se sorprendieron mutuamente. Agregó que “le entraron varias manos” y luego acotó: “Salió buena, de toma y traiga, con rounds cambiantes, tendrán que hacer una segunda”.
A pesar de aquella confesión, Vélez sintió que pudo haber liquidado la historia alrededor del cuarto o quinto episodio, donde entendió conectó buenos golpes y su rival “retrocedió y se le aflojaron las piernas”, pero que éste después frenó el vendaval porque le “metió un cabezazo, pero el árbitro no lo vio”.
Finalmente, admitió haber sido preso de la “calentura” una vez sentenciado el nocaut técnico, afirmó que tendrá que estar más tranquilo y boxear un poco más sobre el ring y confesó contundentemente: “El único rival peligroso soy yo mismo”.
Vélez dio espectáculo, se entregó a fondo y pudo irse victorioso. De ajustar algunas tuercas, seguramente serán muchos más los éxitos que los sinsabores.