El suplemento "LA VOZ DEPORTIVA" del diario "LA VOZ DE SAN JUSTO" publicó la nota a Diego Luque, que reproducimos a continuación.
Una nueva oportunidad por un título se asomó en su camino y esta vez está decidido a no dejarla pasar, con la clara intención de que esta sea la vencida después de dos fallidos intentos. Horas de entrenamiento, madurez conceptual y la condición de local, se traducen en la mejor garantía de una noche feliz.
Ello se desprende de las palabras de Diego “el Riña” Luque, quien el próximo viernes 8 de julio irá por el cinturón latino superligero del Consejo Mundial de Boxeo ante Walter Gazán, en lo que será el combate estelar de la velada boxística que tendrá lugar en las instalaciones del club Alumni.
Viene preparándose a destajo en el gimnasio municipal. Allí pasa largas horas sudando y encontrando su mejor versión bajo la supervisión de su nuevo entrenador Sebastián Echenique, reemplazante de don Adolfo Robledo, a quien al parecer le llegó la hora de jubilarse.
“Pienso que esta es mi oportunidad, no se me dio en Buenos Aires donde perdí en fallo dividido, pero quizás fue para mejor porque ahora voy a pelear en mi ciudad, ante mi gente, bueno, será mayor la alegría si ganó acá”, comentó Diego en el comienzo del diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO.
La derrota por nocaut ante el “Principito” Coggi en 2013 y la más reciente en enero de este año en Buenos Aires en fallo dividido ante Jonathan Gastón, ambas por el título, le dolieron, pero sirvieron de experiencia para no repetir errores en su afán de hacer “borrón y cuenta nueva” en su carrera deportiva.
“Esta vez llego en buenas condiciones. Con Coggi me avisaron 20 días antes de la pelea, estaba trabajando y tuve poco tiempo para prepararme. Después con Gastón llegué bien, pero no pudo ser”.
“En cambio ahora vengo entrenando desde hace rato, así que no hay excusas, es ganar o ganar”.
