Cuando se mira una pelea de boxeo, en ella hay dos protagonistas, pero sobre el ring hay tres personas, ya que necesariamente debe intervenir un árbitro para que sea una competencia deportiva.
Árbitros y jueces determinan el resultado, con todo lo que esto significa para la ilusión de los deportistas y, en muchos casos, también para su futuro.
Fiscal, árbitro y jueces deben velar por el cumplimiento del reglamento y el cuidado de la salud de los pugilistas, lo que representa un elevado grado de responsabilidad.
Tienen que tomar decisiones importantes en cuestión de segundos y bajo una fuerte tensión por la trascendencia que éstas tienen. A todo esto se le suma la comprensible presión que ejercen público y entrenadores.
Cualquier error es castigado duramente por ácidas críticas de los deportistas, sus técnicos, los fanáticos y la prensa, siendo que nadie recordará nunca alguno de sus aciertos.
Y, muchas veces, la crítica no responde a un error sino a una mera diferencia de criterio o, peor aún, el desconocimiento de las reglas por quienes opinan o que intereses personales o afinidades no permiten una opinión imparcial.
Sólo el amor por el deporte puede justificar esta difícil, silenciosa, mal recompensada y, muchas veces, ingrata tarea.
Hoy, como todos los 26 de septiembre de cada año, se celebra el día de los Jueces y Arbitros de boxeo en nuestro país, habiéndose tomado esta fecha como referencia del día en que se realizó la Asamblea de fundación de la U.J.A.B.R.A (Unión de Jueces y Árbitros de Boxeo de la República Argentina), el 26 de septiembre de 2001.
La Federación Cordobesa de Box quiere recordar en su día a todos los árbitros, jueces y otros oficiales de ring de la Argentina, especialmente a los de nuestra Provincia, reconociendo su silenciosa tarea, indispensable para el desarrollo de nuestro deporte.
